Si bien es cierto que las mujeres que optaron por carreras en ingeniería han enfrentado numerosos retos, desde la poca participación de mujeres en actividades STEM durante la infancia hasta la falta de representación dentro de las empresas; a pesar de estos obstáculos, muchas de ellas han dejado una marca permanente en la industria, impulsando la innovación y rompiendo barreras.
En el marco del Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, Ford quiere rendir homenaje a todas aquellas ingenieras que han logrado no solo reducir la brecha de género para lograr una verdadera igualdad de oportunidades, sino también a todas aquellas que continúan mostrando una determinación excepcional con su trabajo.
Ejemplo de ello, son estas seis historias que, sin importar la edad, nos impulsan a mejorar y superar las metas diariamente:
África González | Las mejores historias comenzaron como un sueño
África González es estudiante de la Escuela Ford 26, ubicada en Yucatán. A sus tempranos 10 años, está decidida en estudiar leyes para convertirse en la mejor abogada del país. Aunque suene distante, el amor por las leyes ha sido una decisión impulsada por las experiencias adquiridas en concursos de ingeniería como “The First Lego League”.
En este torneo, los estudiantes de escuelas Ford conocieron los fundamentos de la ingeniería mientras exploraban problemas del mundo real. Ahí fue donde África, motivada por sus coaches y familiares, logró comprender una herramienta indispensable para la planeación de su futuro: la “resolución de problemas”.
El aprendizaje de diversas herramientas y la motivación de su padre han causado que África sueñe y planee su futuro en grande, dejando en claro que no existe la frase “no puedo”; “Siempre luchen por sus sueños, aunque estén en una situación económica difícil o se encuentren en otro país nunca dejen de lado sus sueños. Todo es posible”, menciona África.
Brenda Valtierra | Rompiendo barreras para crecer
Brenda Valtierra es ingeniera de procesos especialista en la planta Ford Irapuato. Nunca imaginó que la ingeniería sería su destino pues inicialmente su idea era ser arquitecta, pero la vida la llevó a ser ingeniera industrial con especialidad en manufactura.
Su primera experiencia laboral fue como ingeniera de calidad, un rol que le enseñó mucho pero que también la limitaba a una sola área. Sin embargo, su ingreso a Ford marcó un antes y un después en su carrera. 'Lo que más agradezco de Ford es la posibilidad de poder moverme entre diversas áreas, lo que me ha permitido complementar mi experiencia y entender diferentes roles y posiciones de trabajo', dice Brenda. Esta diversidad de roles le ha dado una comprensión más amplia y la ha preparado para enfrentar desafíos más complejos.
Como madre de un niño de tres años, Brenda valora la flexibilidad que tiene, permitiéndole equilibrar sus roles de madre y profesionista. 'Ford es la primera empresa en la que he trabajado que tiene mujeres en puestos gerenciales. Además, hay muchas personas jóvenes y bastantes oportunidades de crecimiento para todos', comentó Brenda.
Daniela Ronquillo | Convirtiendo desafíos en oportunidades
Daniela Ronquillo es Team Manager en el área de maquinados en la Planta de Motores de Chihuahua. Su ingreso a Ford fue hace 9 años como becaria, una etapa que describe como un desafío enorme: 'Muchas personas me decían que era difícil entrar a Ford y más siendo mujer, cosa que no es para nada cierta; nunca dejé que esos comentarios me detuvieran', afirmó Daniela.
Adicionalmente, Daniela estudió una Maestría en Administración de Negocios con enfoque en Recursos Humanos, ya que para ella “la ingeniería no es algo solitario; detrás de cada máquina hay un equipo de personas trabajando juntas”.
Ella enfatiza la importancia de abrir las puertas a las niñas desde una edad temprana para que descubran las posibilidades de la industria y derrumbar los sesgos que puedan tener: “Ser ingeniera no solo es estar haciendo trabajo técnico, también requiere de tener un lado humano para poder superar juntos los problemas”.
Michelle Pérez | Liderazgo para transformar e inspirar
Michelle Pérez es ingeniera mecánica eléctrica. Fue la única mujer de su carrera, una situación que lejos de desanimarla, la impulsó a demostrar su capacidad y pasión por la ingeniería. Unos cuantos años después de graduarse, Michelle ganó una beca por parte del CONACYT para hacer una Maestría en Procesos de Manufactura Nanométricos.
Su interés por esta área nació en la preparatoria, donde un maestro de mecánica la inspiró profundamente. Además, sus padres nunca sembraron en ella el miedo o la duda respecto a su elección de carrera.
Actualmente, Michelle es una de las tres mujeres en el comité operativo en la Planta de Estampado y Ensamble de Cuautitlán. Uno de los proyectos más desafiantes y gratificantes para ella fue el lanzamiento de la nueva área de pintura en la planta y proponerle a su equipo un nuevo esquema de trabajo: “Ellos estaban muy enfocados en la salida del vehículo terminado, y mi rol ha sido mostrarles cómo hacerlo de manera más efectiva', explica Michelle, que cuenta con diplomados en liderazgo y una certificación Master Black Belt enfocada en optimización de procesos y liderazgo.