CDMX, 28 de mayo de 2024.- Durante el primer trimestre, el PIB mexicano
creció 1.9% anual, observando una moderación en su ritmo por varios trimestres consecutivos.
Se trata de su ritmo más bajo desde el primer trimestre de 2021 (-1.6%), cuando
la economía salió de la crisis pandémica de 2020. Un hecho interesante es que
el PIB ha crecido trimestre a trimestre a tasas positivas durante 10 trimestres
consecutivos. Esto se refiere en su comparativo trimestral (0.28% en el
primero de este año vs el cuarto del 2023).
Estas cifras
definitivas señalan que los tres grandes sectores crecieron de la siguiente
manera: el agropecuario 0.7% anual, el industrial solamente 1.5% y los
servicios 2.4%. El industrial y los servicios observan una desaceleración.
El primero se explica porque las manufacturas prácticamente se mantienen
estancadas por varios trimestres consecutivos, mientras que la construcción se
desacelera significativamente, tras grandes ritmos en la segunda mitad del año pasado.
Para este año, los especialistas de Engen Capital esperan que el PIB crezca
2.1%, una ligera revisión con respecto a nuestra estimación previa de 2.3%.
En 2025 crecerá 2.8%.
En la primera quincena
de mayo, la inflación se elevó hasta 4.78% anual, similar a lo que esperaba el mercado.
Una buena noticia es que la inflación subyacente sigue a la baja de manera consecutiva
(4.31% anual), contrastando los descensos en su segmento de mercancías y la resistencia
de los servicios. La no subyacente sigue al alza (6.27% anual), esperando
alzas adicionales en los siguientes meses.
Es posible que
veamos dos meses más con inflación al alza, para luego empezar su proceso descendente. En este año, la inflación debe cerrar
alrededor de 4.0%. Mientras la inflación se mantenga al alza, Banxico
tendrá que ser prudente y mantener su tasa de referencia en el actual 11.00%,
esperando que empiece a bajarlo en el tercer trimestre.
El sector comercial
ya resiente los efectos de la moderación en la economía. Las ventas al mayoreo se mantienen
debilitadas desde el año pasado, lo que coincide con el estancamiento
industrial en Estados Unidos y con el bajo desempeño de nuestras exportaciones.
Por su parte, las
ventas al menudeo crecieron solamente 0.6% anual en marzo, reportando en
los meses recientes una fuerte desaceleración. Esta desaceleración estaría respondiendo
a una moderación en el ritmo del empleo, a las altas tasas de interés y cierta
moderación en los salarios reales. En el primer trimestre de este año, estas
ventas se mantuvieron estancadas, cuando hace un año avanzaban alrededor de
5.2%. El cambio es notable, razón por la cual estimamos que estas ventas minoristas
crecerían apenas 1.0% en este año.
Sin embargo, los
ingresos por los servicios privados no financieros aún mantienen un ritmo algo aceptable,
al crecer 3.9% real anual en marzo. Esto va en línea con el aún desempeño positivo
del PIB de servicios, que ahora sigue creciendo por encima del sector industrial.
En lo que va del
año, los mercados financieros han evolucionado positivamente. Primero,
el tipo de cambio se mantiene en este momento por debajo de los 17 pesos por dólar.
Engen Capital proyecta que cierre el año alrededor de los 18.4 pesos,
básicamente por los efectos esperados de las elecciones tanto en México como en
Estados Unidos. Como en 2016, cuando Donald Trump fue candidato a la presidencia,
sus posturas sobre México incidieron sobre el peso mexicano. Hoy podría
repetirse una condición similar. Pasados estos eventos, la moneda local podría
apreciarse un tanto a 18.0 pesos al cierre de 2025. Lo anterior debido a
que los fundamentos de la economía mexicana siguen siendo buenos.
En espera de que la
inflación, en ambos países, empiece a retomar su descenso, es previsible que la
FED y Banxico reinicien pronto su fase descendente para sus propias tasas de
interés. La tasa Banxico cerraría este año alrededor de 9.75% y bajando hacia
su propia normalidad en 2025 (7.25%), lo que puede considerarse como su tasa
neutral. Mientras la FED pugna porque su inflación se acerque al 2% en
2025, su tasa de interés podría bajar hasta 3.50% en ese año. La mayoría de los
bancos centrales esperan pronto empezar a reducir sus tasas de interés. Aún
enfrentan cierta resistencia inflacionaria.
Fuente: Engen
Capital.