Esta inversión es parte de un esfuerzo estratégico por parte de las principales OEMs para reenfocar sus recursos en vehículos híbridos y de gasolina, los cuales ofrecen mejores márgenes de beneficio en comparación con los vehículos eléctricos, cuya demanda ha disminuido recientemente.
'Estamos evaluando constantemente nuestra competitividad y tomando decisiones para apoyar el potencial de inversiones continuas en nuestras operaciones en América del Norte...', declaró Toyota en un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters.
Desde 2003, Toyota ha invertido 4.2 mil millones de dólares en la planta de San Antonio, que emplea a más de 3,700 trabajadores y comenzó su producción en 2006. La planta no solo ha sido un pilar económico para la región, sino que también ha atraído a una serie de empresas proveedoras y otros fabricantes importantes, como Navistar, Aisin AW y JCB, aumentando significativamente los empleos y los ingresos fiscales locales.
El impacto de esta nueva inversión no solo fortalecerá la presencia de Toyota en la región, sino que también promete impulsar el desarrollo económico local. Con la aprobación de los comisionados del condado para negociar un paquete de incentivos valorado en más de 14 millones de dólares, incluyendo una exención fiscal del 100% durante 10 años y una subvención para el desarrollo de habilidades de hasta 250 mil, se espera que el proyecto avance rápidamente.
Con información de San Antonio Report y Reuters