Una de las principales contribuciones de la IA en los procesos operativos empresariales es su capacidad para automatizar tareas repetitivas y laboriosas. Mediante algoritmos avanzados de aprendizaje automático y procesamiento de datos, la IA puede realizar análisis complejos en tiempo real, lo que conduce a una mayor productividad y reducción de costos. Por ejemplo, en el sector manufacturero, los sistemas de IA pueden supervisar y controlar la producción, identificando de manera proactiva posibles fallos en la maquinaria y optimizando el flujo de trabajo.
Además de la automatización, la IA también ofrece oportunidades significativas en áreas como la planificación y la logística. Los algoritmos predictivos pueden analizar grandes volúmenes de datos históricos y actuales para prever la demanda del mercado, optimizar la cadena de suministro y minimizar los tiempos de entrega. Esto permite a las empresas anticiparse a las necesidades del cliente y adaptarse rápidamente a los cambios en el entorno empresarial.
Sin embargo, a pesar de los beneficios que la IA aporta a los procesos operativos, también plantea ciertas amenazas, especialmente en lo que respecta al empleo humano. La automatización impulsada por la IA podría conducir a la eliminación de ciertos puestos de trabajo, especialmente aquellos que implican tareas rutinarias y predecibles. Esto podría generar preocupaciones en cuanto a la pérdida de empleos y el reemplazo de trabajadores por sistemas automatizados.
Ejemplo, los operadores de línea de montaje que se encargan de realizar tareas manuales y monótonas, como ensamblar piezas o verificar la calidad del producto, son candidatos potenciales para la automatización. Los sistemas de IA equipados con visión por computadora y robótica pueden realizar estas tareas de manera más rápida y precisa, reduciendo la necesidad de mano de obra humana en la línea de producción.
Además, los roles de control de calidad que involucran la inspección visual de productos pueden ser impactados por la IA. Tradicionalmente, estos roles requieren que los trabajadores humanos examinen meticulosamente cada artículo para detectar defectos o imperfecciones. Sin embargo, los sistemas de visión artificial y aprendizaje automático pueden identificar anomalías con una precisión sorprendente, lo que podría disminuir la demanda de empleados dedicados a esta función. En consecuencia, es importante que los trabajadores en estos roles estén preparados para adaptarse y desarrollar habilidades complementarias que les permitan colaborar eficazmente con la tecnología emergente en lugar de ser reemplazados por ella.
No obstante, es importante destacar que la IA también crea nuevas oportunidades laborales, especialmente en roles relacionados con el desarrollo, implementación y mantenimiento de sistemas de IA. Además, la tecnología no puede reemplazar completamente las habilidades humanas, como la creatividad, el pensamiento crítico y la empatía, que son esenciales en muchos aspectos de los negocios.
La Inteligencia Artificial está transformando los procesos operativos dentro de las empresas, ofreciendo oportunidades significativas para mejorar la eficiencia y la competitividad. Si bien existe el riesgo de que la automatización afecte a ciertos empleos, también es probable que surjan nuevas oportunidades laborales en este nuevo paradigma tecnológico. Por lo tanto, es fundamental que las organizaciones adopten una estrategia equilibrada que aproveche los beneficios de la IA mientras protegen y capacitan a su fuerza laboral para enfrentar los desafíos del futuro.
Finalmente, en el contexto industrial de la zona del Bajío de nuestro país, las empresas deben adoptar una estrategia integral que aproveche el potencial de la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la eficiencia operativa, al mismo tiempo que fomenten la creación de nuevas fuentes de empleo. Es fundamental que las organizaciones inviertan en programas de capacitación y reentrenamiento para sus empleados, con el fin de actualizar sus habilidades y prepararlos para colaborar con la IA en lugar de ser reemplazados por ella. Además, las empresas pueden explorar oportunidades para diversificar sus operaciones y desarrollar nuevos productos o servicios que aprovechen las capacidades de la IA. Al centrarse en la innovación y la colaboración entre humanos y máquinas, las empresas del Bajío pueden no solo optimizar sus procesos, sino también impulsar el crecimiento económico y crear un ecosistema laboral más resiliente y dinámico para el futuro.
Francisco Martínez Domene
Francisco Martínez Domene es ejecutivo con más de 28 años de experiencia en la industria de los Recursos Humanos. Inició su carrera en Adecco España donde tuvo diferentes cargos comerciales y operacionales, siendo el último Director Regional de Operaciones durante 15 años, y en el 2015 se unió a la región de Latinoamérica en donde fue primero CEO en Chile y después en Argentina y Uruguay hasta Agosto 2019.
Actualmente es CEO The Adecco Group México, desde septiembre del 2019, y ha sido nombrado durante cinco años consecutivos en la lista de los 25 líderes más influyentes de la subcontratación en Latinoamérica por la prestigiosa consultora norteamericana Staffing Industry Analyst. Del 2020 al 2022 formó parte Consejo Directivo de la Cámara Suizo-Mexicana de Comercio e Industria y actualmente forma parte del Consejo Directivo de la Cámara Española de Comercio en México y del Club Catalán de Negocios. Es el Secretario del Consejo de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) para el bienio 2023 – 2024 y acaba de ser nombrado en Septiembre 2023, Ambassador de Awards of Happiness para México.
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