Al cierre del cuarto trimestre de 2023, la población económicamente activa femenina en México alcanzó la cifra de 24.9 millones de mujeres. Esto representa un aumento notable en la participación de las mujeres en la fuerza laboral, sin embargo, solo el 18% de las contrataciones en la industria automotriz mexicana corresponden a mujeres.
También uno de los aspectos que resalta es la brecha de género en ingresos. En promedio, las mujeres ganan 6,360 pesos al mes, mientras que los hombres perciben 9,762 pesos. Esta disparidad refleja un desafío persistente en la búsqueda de la igualdad salarial, donde por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer recibe solamente 65 pesos.
Además, la violencia laboral sigue siendo una preocupación significativa. Tres de cada 10 mujeres han enfrentado violencia laboral a lo largo de su vida, una estadística alarmante que subraya la necesidad de implementar medidas efectivas para garantizar entornos laborales seguros y libres de discriminación.
Otro aspecto a considerar es la representación de las mujeres en posiciones de liderazgo. Aunque se observa un progreso, las mujeres ocupan solo el 25% de las direcciones de áreas jurídicas, el 11% de las direcciones de finanzas y apenas el 4% ocupa una dirección general. En los consejos de administración, la presencia femenina es del 14%, una cifra que indica la persistencia de barreras para el ascenso de las mujeres a puestos de toma de decisiones.
A pesar de estos desafíos, es importante reconocer los logros alcanzados. Actualmente, 24.2 millones de mujeres están ocupadas económicamente generando algún bien o prestando algún servicio, y el 45.8% de las mujeres trabajadoras laboran entre 35 y 48 horas semanales, evidenciando su compromiso y dedicación en el ámbito laboral.
Asimismo, el valor económico del trabajo no remunerado realizado por las mujeres en tareas del hogar y de cuidados es fundamental. Según datos, las mujeres aportan 2.6 veces más valor económico que los hombres en este aspecto, resaltando la importancia de reconocer y valorar estas contribuciones.
En el camino hacia la igualdad de género, es fundamental continuar impulsando políticas y acciones que promuevan la inclusión, la equidad salarial y la erradicación de la violencia laboral. Solo mediante un esfuerzo conjunto de la sociedad y el sector empresarial será posible alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades para las mujeres en el ámbito laboral y en todos los aspectos de la vida.
Fuentes: INEGI (ENOE), IMCO.