CDMX, 05 de marzo de 2024.- Históricamente, el mundo del
transporte de carga pesada ha sido dominado por hombres. Según datos del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la participación de las mujeres en las empresas de
transportes se percibe como baja. Las mujeres que ingresan a estas empresas lo
consiguen gracias a su nivel de estudio y, en términos relativos, las mujeres
con mayor nivel de estudio superan a los hombres. En 2022, el promedio
de participación del personal ocupado en los transportes fue de 77.3% de
hombres y 22.7% de mujeres.
Datos de la Secretaría de Economía nos dicen que la
fuerza laboral de conductores de camiones, camionetas y automóviles de carga
durante el tercer trimestre de 2023 fue 1.19 millones de personas, trabajan
alrededor de 48.4 horas a la semana. La edad promedio de los conductores es de
41.3 años. La fuerza laboral se distribuyó en 97.7% hombres con un
salario promedio de $8,340 y, 2.27% mujeres con salario promedio de $4,990.
Para Aidé Ponce, Gerente de la región norte de la empresa
ensambladora de camiones de carga ELAM-FAW esto es una oportunidad de integrar a más
mujeres como operadoras de unidades de transporte de carga, “sabemos que hay
retos muy grandes en el sector del transporte, pero las mujeres podemos
afrontarlos, no podemos dejar de lado que la inseguridad en las carreteras es
una realidad que no distingue de sexos, pero con trabajo conjunto de empresas
transportistas y autoridades se les podrá hacer frente. La equidad de género en
la carretera es una realidad que ayudará a terminar con la escasez de personal
operativo en el sector”.
La International Road Transportation Union (IRU) dio a conocer que en México la escasez de
choferes es de 56,000 vacantes, un 9% de la actual plantilla y de no atender
las causas que provocan la escasez de profesionales al volante, para el 2028
las plazas sin ocupar podrían llegar a las 106,000.
La inclusión de más mujeres como operadoras de camiones de
carga pesada no solo es un paso hacia la equidad de género, sino que también
conlleva importantes beneficios económicos. La inclusión de las mujeres en un
ámbito como el sector de transporte de carga pesado puede contribuir a cumplir
el objetivo de desarrollo sostenible número 8 que consiste en promover el
crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente
para todos. En el contexto del transporte de carga, esto se traduce en una
mayor eficiencia y productividad en las operaciones.
Aidé indica que “si bien la inclusión de las mujeres en
roles tradicionalmente masculinos como el de operadoras de camiones de carga
pesada es un paso en la dirección correcta, no está exenta de desafíos. La
industria del transporte sigue siendo predominantemente masculina, lo que puede
crear barreras y desafíos únicos para las mujeres que desean ingresar a este
campo. Es crucial implementar programas de capacitación y políticas de igualdad
de oportunidades para garantizar que todas las personas, independientemente de
su género, tengan las mismas oportunidades de éxito en esta industria”.
La inclusión de las mujeres como operadoras de camiones de
carga pesada en México no solo es una cuestión de equidad de género, sino
también de importancia en el punto de vista económico y de seguridad vial. Al
romper con los estereotipos de género y superar los desafíos, se puede
construir un futuro más inclusivo y próspero para todos en la industria.