Iberdrola conservará toda su actividad con clientes privados y su cartera de proyectos renovables para seguir incrementando sus activos eólicos y solares en el país en los próximos años. La desinversión se cierra de acuerdo con los términos acordados el pasado mes de junio y encaja dentro de la estrategia del grupo Iberdrola contribuyendo al cumplimiento de sus compromisos de descarbonización”, dijo la empresa en un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Mercado de Valores de España.
El Gobierno Federal ha justificado la adquisición de estas plantas como parte de su estrategia para aumentar la capacidad de generación eléctrica del Estado. Sin embargo, se ha establecido como condición que se evite cualquier situación monopólica en el mercado energético, según lo indicado por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). Por lo tanto, se ha requerido que el Fonadin y Mexico Infrastructure Partners implementen un esquema que garantice la competencia en el sector y evite la concentración de la infraestructura en manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
De los activos transferidos, la mayoría corresponde a ciclos combinados de gas y plantas operadas bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, siendo estas últimas contratadas con la CFE. Entre los activos cedidos se encuentran complejos como Monterrey I y II, Altamira III y IV, La Laguna, Baja California, y parques eólicos como La Venta III, entre otros.
Al respecto, los analistas valoran positivamente que el acuerdo se haya cerrado en el plazo previsto y que la cifra esté ligeramente por encima de lo que se había anticipado. JP Morgan expresó: “se trata de un acuerdo positivo para Iberdrola, ya que permite una flexibilidad significativa en la gestión de su balance y de su importante capital. La ganancia debería crear la oportunidad de registrar provisiones adicionales para futuras reestructuraciones y/o amortizaciones en los valores de los activos que podrían resultar en una menor D&A en años futuros”.