CDMX, 24 de enero de 2024.- En este arranque de 2024,
resulta imperativo evaluar el balance económico nacional del año que concluyó y
recorrer el camino que México atravesó en términos financieros para vislumbrar el
rumbo que tomará la economía local en el futuro próximo.
Dónde estamos y lo que se avecina
A principios del año pasado, se pensaba que el PIB de México
crecería solo 1.0% en 2023, sin embargo, con el paso de los meses, este
indicador avanzó —de manera sorpresiva pero positiva— por encima de las
estimaciones.
Se calcula que el PIB finalmente creció 3.5%, pero nuestra
estimación para 2024 es que se moderará a 2.6%. Lo anterior, impulsado por un
buen desempeño del consumo y la inversión, la cual crece a tasas históricas:
21.8% en 2023 y 8.4% en 2024, según proyecciones.
El déficit fiscal del PIB para 2023 fue de 4% y estimamos
que se amplíe hasta 5.4% en 2024. De esta forma, se convertirá en uno de los
factores de riesgo más importantes para la economía a mediano plazo, es decir,
nos podríamos colocar frente al mayor déficit fiscal desde 1988, cuando se
reportó el -7.2% del PIB.
El año pasado trajo consigo un tipo de cambio que se mantuvo
y, en este momento, se ubica alrededor de los 17 pesos por dólar. Estimamos
cierta depreciación para 2024, creemos que cerrará positivo en 19 pesos, aún en
medio del proceso electoral de junio y de la toma de poder de la nueva
administración.
Mientras tanto, la inflación podría descender hasta 3.9% en
2024 y ubicarse dentro de la meta de Banxico. De
seguir esa tendencia, en mayo, este último, tendría que iniciar su descenso en
tasas de interés, posiblemente hasta 9.50% al cierre de año.
Ahora bien, si las tasas de interés intensifican su descenso
y la inversión mantiene buen ritmo a mediano plazo, el crédito tendrá que
intensificarse, reiniciando su fase expansiva tras cuatro años débiles. La
cartera vencida no parece ser un problema y se mantendrá bajo control.
La falta de una reforma fiscal para mejorar los ingresos
públicos podría ser el origen de algunos desequilibrios a futuro. A esto se
sumaría un aumento de la deuda pública que pronto superará el 50% del PIB.
Por su parte, el desequilibrio externo es muy bajo y no
representa un riesgo para la economía. Las reservas internacionales están en
207 mil millones de dólares y representan una garantía de liquidez.
Expectativas sectoriales
A nivel de los tres grandes sectores de la economía, el
mejor desempeño en 2023 lo reportó el industrial, con 4.1% y estimamos que
sostendrá un mejor ritmo durante 2024, con 3.7%. Ello debido al sorpresivo y
explosivo crecimiento de la construcción, que alcanzó 15.4% en 2023 y,
esperamos, 5.4% en 2024. Este repunte se explica tanto por las obras del sector
público, o bien, la terminación de los grandes proyectos del gobierno; pero
también por las del sector privado —que llegaron a través del nearshoring—.
No obstante, pese al incremento del nearshoring, el
sector manufacturero se desaceleró significativamente en 2023, con un ritmo de
solo 1.6% vs 6.3% en 2022. Esto se explica porque el sector industrial
de Estados Unidos se mantuvo estancado durante todo 2023 (0.1%), generando una
fuerte moderación de nuestras exportaciones.
A nivel manufacturero, 11 de las 21 industrias que la
componen reportaron caídas durante 2023. La mayor sorpresa fue la industria
alimentaria, que habría caído 1.2% en 2023: algo nunca antes visto, ni siquiera
en los periodos de crisis. Esperamos cierto rebote de las manufactureras para
2024 (3.4%).
El sector de servicios, que pesa alrededor de 60% del PIB
total, mantiene un ritmo aceptable (3.1% en 2023 y 2.2% en 2024), basado en los
avances del mercado interno: crecen el empleo, los salarios reales y el crédito
al consumo.
En resumen, el equilibrio económico nacional surge de retos
constantes y avances inesperados. Con la llegada de este 2024, la narrativa
económica se ajustará constantemente, influenciada por decisiones políticas,
las fuerzas del mercado y eventos sorpresivos. Este continuo proceso de
fluctuaciones y reconfiguraciones jugará un papel crucial en la determinación
del futuro financiero del país.