Explicó que la capacidad de producción no se utiliza se debe a que las fábricas se ajustan a la demanda de los mercados, que aún no se han recuperado por completo. Por ejemplo, Estados Unidos se encuentra por debajo de los niveles pre-pandemia, y Europa está significativamente rezagada en comparación con el mismo período. Esta situación afecta no solo a las fábricas en México, sino a nivel global, incluyendo a China, donde se ha instalado mucho mayor capacidad de producción de la que se está requiriendo.
Por otro lado, señaló que las OEMs enfrentan dificultades en la comercialización de autos eléctricos en Estados Unidos. El inventario de autos eléctricos es el doble en comparación con los vehículos de combustión interna. 'Lo que está faltando para impulsar la venta es que a la industria ofrezca autos eléctricos más económicos, por debajo de los 25 mil dólares. Si no, el auto eléctrico sigue siendo de nicho. Creo que esos autos se tendrán que producir en México, porque aquí es más competitiva su producción, se supone que ese es el plan de Tesla'.
En cuanto a la presencia de marcas chinas en México, observa una rápida introducción de nuevos modelos, generando una competencia que indudablemente impulsa a las marcas tradicionales a mejorar sus ofertas para el consumidor mexicano. No obstante, destacó que aún está por determinarse el alcance que las marcas chinas pueden lograr en términos de servicio al cliente y la duración de su presencia en el mercado. Esta se consolidará en el momento en que una empresa china establezca una fábrica en el país para iniciar la exportación a otras partes del mundo.
Lo que sí enfatizó fue que la fabricación de autopartes ha crecido más que la fabricación de vehículos, y la razón son las reglas de origen del T-MEC que obligan a una integración regional del 75%, consolidándose ahora en 2024. 'A México le ha ido bien, tanto en el aumento de la capacidad de ensamble de vehículos, así como en la cantidad de Tier 1 y Tier 2 que fabrican autopartes. Esa historia de éxito de la industria automotriz mexicana no tiene un símil más que en China, donde ocurrió algo similar. En México, después de un notable crecimiento en los últimos 20 años ahora toca consolidar'.
En relación con este tema, señaló la necesidad de mejorar la infraestructura, ya que, en comparación con el dinamismo de crecimiento de la industria, las carreteras, ferrocarriles y puertos marítimos no han evolucionado al mismo ritmo. Hizo hincapié en la importancia de optimizar la capacidad de distribución energética, ubicándola estratégicamente para impulsar el desarrollo de parques industriales y satisfacer la creciente demanda del sector. Subrayó que la producción de autopartes seguirá aumentando en México respondiendo a las necesidades de las OEMs, quienes determinan cuáles componentes específicos requieren que sean fabricados localmente.
En cuanto a la consolidación de la industria automotriz y la producción de autopartes, argumentó que, si bien existe capacidad instalada, es esencial que el sector se enfoque en la formación de personal especializado a través de modelos de formación dual. Además, resaltó la importancia de implementar un robusto concepto de sostenibilidad empresarial, cuyo elemento central son sistemas de gobernanza que incluyan políticas de integridad. Estas acciones no solo buscan mejorar el desempeño, la confiabilidad de las empresas y prevenir riesgos, sino también responder a las exigencias de los tratados comerciales y participar de manera competitiva en la evolución de la movilidad del futuro.
'Porque si el auto eléctrico nació para no afectar al medio ambiente, toda la industria debe entrar en esas estrategias, y quien no esté participando, simplemente no podrá ser proveedor de la industria automotriz. Eso incluye a todo tipo de empresas, grandes o pequeñas, que deben implementar sus sistemas de sostenibilidad bajo el concepto de ESG', dijo para concluir la entrevista.