La revelación fue hecha por el fundador y CEO de BYD, Wang Chuanfu, durante un evento corporativo esta semana. Aunque no se proporcionaron detalles sobre el marco temporal o aspectos específicos de la inversión, Wang destacó que, después de la electrificación, la atención se centrará en los sistemas inteligentes como el próximo campo de batalla en la industria automotriz.
Actualmente, alrededor de 4.000 empleados de los 90.000 de la compañía se dedican a la conducción inteligente. Tres cuartas partes de este grupo son programadores, mientras que el resto son ingenieros especializados en hardware y algoritmos.
En el mismo evento, Wang presentó el sistema de conducción inteligente de BYD, Xuanji, que incorpora tecnologías de inteligencia artificial (IA) en la nube, conexiones 5G y funciones de salpicadero inteligente. Este sistema permite a los vehículos percibir cambios en el entorno tanto interior como exterior, realizando ajustes en tiempo real para mejorar la seguridad y la comodidad.
La estrategia de BYD se alinea con la creciente preferencia del mercado chino por vehículos eléctricos que cuentan con avanzados sistemas inteligentes y salpicaderos digitales. Funciones como control por voz, reconocimiento facial, descargas de mejoras de software, aparcamiento automático y compatibilidad con teléfonos móviles están impulsando las decisiones de compra.
'BYD, conocida por la alta calidad de sus baterías, está invirtiendo con fuerza en sistemas inteligentes para mantener la inercia del crecimiento de sus ventas, compitiendo contra rivales nacionales como Nio y Xpeng', explicó Cao Hua, socio de Unity Asset Management, según informó el diario hongkonés South China Morning Post.
Más del 57% de los vehículos vendidos por BYD en 2023 contaban con sistemas de conducción inteligente. La empresa tiene como objetivo aumentar esta cifra en el presente ejercicio, lanzando más de una decena de modelos equipados con sensores lidar, los cuales utilizan haces láser pulsados para detectar y medir distancias.