CDMX, 16 de enero de 2024.- En su monitor económico, CIAL
Insights presentó un reporte especial sobre el Mercado de Vehículos 2024-2025,
en el que destaca el desempeño de la industria automotriz nacional durante el
2023, año que cerró con números importantes en producción, ventas y
exportaciones de vehículos tanto ligeros como pesados.
Durante 2023, el desempeño de la industria automotriz fue
superior a lo inicialmente esperado. Por un lado, se produjeron casi 3.78
millones de unidades ligeras (automóviles y camionetas), recobrando nuevamente
su máximo histórico y manteniendo a México como el séptimo país a nivel mundial
en producción de vehículos. General Motors sigue siendo el principal productor
de vehículos, con 19.1% del total, seguido de Nissan con 16.3%.
La producción creció 14.1% en 2023 y con expectativas
positivas a mediano plazo, posiblemente por encima del 8%. Se trata de la
industria que más beneficios podría obtener del proceso de relocalización (Nearshoring)
que experimenta México. De lo producido el año pasado, 3.1 millones fueron
destinados a las exportaciones, equivalente a 87.6% del total. Esta proporción
podría incrementarse en los siguientes años. General Motors es el principal
exportador, con 21.9% del total, seguido de Stellantis (Chrysler Fiat) con
12.5%. México sigue siendo el cuarto exportador mundial de vehículos.
En el mercado local se vendieron 1.36 millones de vehículos
durante 2023, reportando un repunte inesperado de 24.4% en ese año y contra
todos los pronósticos. Factores como el empleo, remuneraciones y el crédito
automotriz permitieron este buen desempeño. Se mantienen buenas expectativas
para los años 2024-2025.
SE MANTIENE EL DINAMISMO DE LA INVERSIÓN
Entre las mejores
noticias que un país puede destacar es que la inversión crezca bien, porque eso
detona necesariamente el crecimiento de su economía. En octubre, la inversión
fija creció 24.7% anual, compuesto por 31.8% en su segmento de obras de
construcción: residencial 20.1% y no residencial 42.9%. Su otro segmento, el de
maquinaria y equipo creció 17.8%: 15.6% en maquinaria nacional y 18.1% en
importada.
En 2023, la
inversión habría crecido 21.2%, su tasa más alta en varias décadas. Para 2024
lo haría en 10.2%, sabiendo que en el primer semestre las tasas de la inversión
seguirán siendo muy elevadas. En este año, la inversión representaría casi 27%
del PIB, con expectativas de nuevos ascensos a mediano plazo y favorecido por
los efectos que ya se notan producto del fenómeno del nearshoring. Si este
proceso se maneja bien, la inversión superaría el 30% del PIB hacia el año
2030.
Durante octubre
ingresaron al país 2,022 millones de dólares, se observa una disminución de
1.4% anual y ligando cuatro meses consecutivos a la baja. Para los siguientes meses los analistas
esperan caídas en este segmento, lo que responde, en parte, al efecto
estadístico derivado de los altos ritmos observados hace un año. Esto, mientras
el número de viajeros ingresados al país ha seguido creciendo y en medio de la
apreciación del tipo de cambio. A pesar de la reciente caída, sus expectativas
siguen siendo positivas y seguirán mostrando niveles históricos y siendo una
fuente de divisas importantes para la economía.
PRODUCCIÓN
INDUSTRIAL SE MODERA UN TANTO
En octubre, la producción industrial creció 3.0% anual,
reportando una moderación tras cinco meses consecutivos con tasas aceptablemente
altas. Este sector ha cobrado cierta fuerza, aunque en su interior su
comportamiento está siendo bastante diferenciado. Por un lado, lo más destacado
sigue siendo las tasas muy elevadas de la construcción, con un 19.3% anual:
69.0% en el caso de obras de ingeniería, 9.8% en edificación.
Por otro, las manufacturas (60% del sector industrial)
retrocedieron 0.4% anual, reportando a lo largo del año tasas moderadas cada
mes. De las 21 industrias que componen el sector manufacturero, solo cinco
observan tasas positivas en octubre, destacando la automotriz con 4.9%. Esta
industria está reportando cierto auge, lo que refleja los efectos del fenómeno
de relocalización vía la entrada de inversión extranjera y en sus
exportaciones. En cambio, la industria alimentaria, la segunda más grande a
nivel manufacturero (después de la automotriz) retrocedió 0.2% y liga nueve
meses consecutivos a la baja (inusual).
La inercia de la construcción debe mantenerse con fuerza al
menos durante el primer semestre de este año, razón por la cual estimamos que
el sector industrial crecerá 3.8% en 2024 vs 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB)
general.
El consumo privado mantiene buen ritmo (4.5% anual en
octubre), lo que se explica básicamente por tres factores: la generación de
empleos, los avances en las remuneraciones reales y el repunte del crédito al
consumo.
En diciembre, la inflación en México se ubicó en 4.66%
anual, revirtiéndose temporalmente la tendencia bajista observada hasta el
4.26% en octubre. Inclusive, en la segunda quincena de diciembre, la cifra fue
de 4.86% anual. Lo anterior indica que durante los primeros meses de este
año posiblemente veamos cifras más cercanas a 5% o un poco más.
Los analistas destacan dos notas importantes alrededor de la
inflación de diciembre. Primero, la inflación subyacente se mantiene a la baja
y ahora está en 5.09%. Esto es muy positivo, ya que representa 76% de la
canasta del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), además de que es
la relevante para efectos de decisiones de política monetaria por parte del
Banco de México (Banxico). A su interior, su segmento de mercancía sigue a la
baja, mientras el de servicios aún muestra cierta resistencia a la baja.
Segundo, la inflación no subyacente se está elevando
rápidamente, a 3.39% anual en diciembre (4.49% en la segunda quincena) y
viniendo desde 0.56% en octubre. El repunte es significativo en su segmento
agropecuario.
En Estados Unidos, la inflación también se elevó en
diciembre, hasta 3.4% anual. Como hemos dicho, seguir bajando la inflación en
ambos países será cada vez más difícil, lo que plantea un reto para la política
monetaria de Banxico y el Banco de la Reserva Federal (FED). Los analistas
locales piensan que Banxico empezará a bajar su tasa a partir de marzo; sin
embargo, si la inflación se resiste a bajar, esto podría ocurrir hacia mayo.