CDMX, 21 de diciembre de 2023.- A
continuación, compartimos algunos de los puntos más importantes del Monitor
Económico más reciente de CIAL Insights.
Continúa el repunte de la construcción
La industria de la construcción equivale actualmente 125
1000 millones de dólares, siendo equivalente a 6.8% del PIB nacional. Es su
mayor proporción histórica, lo que confirma que esta industria es una de la más
importante del país. En efecto, una de las características principales de esta
industria y su capacidad para inducir crecimientos en otras industrias, hoy
especialmente en la industria manufacturera.
En la coyuntura reciente, la construcción creció 27.5% anual
en octubre, sosteniendo 6 meses consecutivos con tasas elevadas, al punto que, en
lo que va del año (enero-octubre) ha crecido 15% anual. En su interior, lo más
destacado es el extraordinario repunte de su segmento de obras de ingeniería
(infraestructura), con más de 77% anual en lo que va del año. Esto refleja los
efectos de las obras del gobierno en la zona sur del país, que ahora
intensifican su proceso de terminado, antes de que culmine la actual
administración.
Las obras de edificación, que pesa 67% de la construcción,
avanzó 4.9% anual en lo que va del año, mientras que trabajos especializados
creció 3.5%. Tras su estancamiento de 2022 (solo 1.0%), la construcción reporta
hoy un nivel histórico y ahora está 21% por encima de la prepandemia. Pocas
industrias de la economía están en esta posición. En este año, la construcción
crecería cerca de 17% y 7.9% en 2024.
Un año débil
para el sector manufacturero
La industria manufacturera equivale ahora a 372 mil millones
de dólares y representa 20.5% del PIB nacional, una de sus mayores proporciones
en dos décadas. En la coyuntura reciente, las manufacturas están haciendo una
pausa tras dos años de buen ritmo, al crecer 0.5% anual en octubre y ligando
tasas muy bajas por cuarto mes consecutivo. De esta manera, su avance acumulado
durante enero-octubre fue de apenas 1.5% anual. Una de las razones de este bajo
desempeño tiene que ver con el estancamiento del sector industrial de Estados
Unidos, que en enero-octubre creció apenas 0.2% anual. El mecanismo de
transmisión se dio a través de nuestras exportaciones manufactureras, que
reportan una fuerte desaceleración durante este año.
La industria más exportadora del país, la automotriz (28%
del total nacional), ha crecido su producción en 10.3% anual en lo que va del
año, observando dos años consecutivos con tasas elevadas. Es una industria con
fuerte orientación de sus ventas al exterior (74%). A nivel de las 21 industrias
que conforman el sector manufacturero, la automotriz es en este momento el que
mejor ritmo observa. Se está beneficiando de las exportaciones y la entrada de
inversión extranjera directa. Las otras tres industrias exportadoras son
maquinaria y equipo, la de accesorios electrónicos y equipo eléctrico: sus
exportaciones pesan más de 60% de sus ventas. Sin embargo, estas industrias han
crecido poco en este año (entre 0.6% y 1.8%).
La alimentaria es la más importante a nivel manufacturero.
En octubre retrocedió 0.9% anual, ligando ocho meses consecutivos en terreno
negativo, condición que solo se ha visto en épocas recesivas, como las de 1995,
2009 y 2020.
La FED y Banxico y su ciclo de
baja en tasas
Se acaba el año y las tasas de interés de la FED y Banxico
cerraron en 5.50% y 11.25%, respectivamente y tal como esperaban los mercados.
En el caso de la FED, vale la pena destacar varios hechos a partir de su
decisión de tasas. Primero, revisa al alza su estimación del PIB para este año,
desde 2.1% hasta 2.6%, una mejoría con respecto al 1.9% logrado durante 2022.
Revisa solo marginalmente sus previsiones de crecimiento para 2024, a 1.4% y
con cierta mejoría para 2025-2026. Segundo, para su inflación del gasto de
consumo personal, el relevante para la política monetaria, espera que cierre en
2.8% en 2023 y descendería gradualmente hasta 2.0% en 2026, justo hacia su meta
de largo plazo.
Segundo, tal vez la parte más importante, la FED deja
abierta la posibilidad de iniciar su proceso bajista en tasas para el próximo
año. Esta vez, la postura de los miembros de la FED es mucho más clara, ya que
predomina la idea de hacer tres descensos en sus tasas para 2024, posiblemente
hasta 4.75% al cierre, aunque la mediana de sus miembros piensa en 4.6%. Es
imposible determinar cuándo sería el primer descenso, pero tal vez se dé entre
el Comité de julio o septiembre. Esto dependerá de los resultados
inflacionarios y del crecimiento que veamos hasta ese entonces. Mientras tanto,
el empleo en EE. UU. se ubica en niveles muy bajos (3.7% en noviembre) y el PIB
sigue creciendo bien (2.9% anual en el tercer trimestre de 2023). En consecuencia, si la inflación baja y el
PIB se modera parcialmente, no habrá aún tanta presión para adelantar la baja
en tasas.
Ante la decisión de la FED, la respuesta de los mercados ha
sido categórica. Desde momento de la decisión, el Dow Jones avanzó más de 3%,
lo que extiende su racha reciente hasta más de 15% desde el 27 de octubre
(máximo histórico). Esto, mientras que la tasa de los Bonos del Tesoro a 10
años consolida su tendencia a la baja y ahora están en 3.91%, cuando solo el 19
de octubre estaban cerca del 5%.
Por su parte, en México, Banxico también dejó su
tasa en 11.25% y deja abierta la posibilidad de descensos para dentro de poco
tiempo. Es posible que esto ocurra en la Junta de Gobierno de mayo, a partir
del cual veríamos seis descensos consecutivos y graduales, para cerrar 2024
alrededor de 9.50%. Dado el margen de maniobra a favor de Banxico (altas tasas
y un elevado spread vs la FED), éste podría adelantarse a la FED y ser un poco
más agresivo en su proceso de bajas en tasas. Banxico estima que la inflación
podría estar alrededor de su meta 3% solo hacia el año 2025, por lo que, en
función de su objetivo inflacionario, tendrá que mantener su tasa relativamente
alta. Los mercados locales también reaccionan al alza, donde la bolsa mexicana
gana y su ubica en 57,130 puntos, su nuevo máximo histórico. Por su parte, en
el mercado de valores gubernamentales, las tasas de largo plazo empiezan a
bajar.