De acuerdo con la experiencia de LGS International, consultora líder en cadena de suministro entre México y China, y de su cofundador, Diego Ocampo, no hay que esperar más. China lleva más de 10 años invirtiendo en nueva tecnología, así como en nuevos formatos de fabricación, logrando además, un menor desperdicio de materia prima y sobre todo seccionando sus grandes clústers a industrias con una exigencia de más alta calidad.
De acuerdo con el experto, en ese sentido, enfocaron sus planes quinquenales a buscar la explotación de la Ruta de la Seda, un camino de oriente a Europa, pero que esta vez no sólo contempla trenes (un proyecto ambicioso en kilómetros por construir), sino, de una apuesta tecnológica liderada por Huawei. Pero no solamente se detiene en eso, China busca ser verde, apostar más por las energías renovables y acrecentar el intercambio comercial y tecnológico en toda la Franja y la Ruta, como lo comentó su presidente en el décimo aniversario de la iniciativa.
“La ventana está abierta para todo el mundo, mientras se esté conectando se podrá esbozar un intercambio comercial eficaz, con ventajas para ambos lados. China por su lado pone el intercambio tecnológico, más mercados, pero sobre todo la promoción de sus industrias “de alta gama” como la automotriz, mientras que otros países le abren el abanico de posibilidades para suministrar a todo el pueblo chino con exportaciones de calidad, ya que la población lo exige”, detalló Ocampo.
Agregó: “Como consultores en comercio internacional, hemos visto que este gran hito ha marcado algunas vertientes: La exportación de productos de baja calidad (zapatos, ropa, plásticos, cerámica) se han ido moviendo a países del sudeste asiático y a otros países con capacidades productivas, como México, lo que nos abre la puerta al desarrollo y captación del nearshoring para algunas industrias”.
Sin embargo, la exportación de productos de origen chino sigue en incremento, pero es también debido a que los precios de los productos han ido en aumento o la materia prima también se ha encarecido, lo que provoca que la balanza aumente en “calidad y costo” más que en cantidad.
Sólo debemos ver la cantidad de autos de marcas chinas que han empezado a poblar nuestras calles, coches que en calidad son excelentes, y únicamente les hacen falta ‘renombre’ y posicionamiento de mercado, que estoy seguro lograrán en algunos años”, comentó Ocampo.
Por otro lado, las exportaciones de México a China han ido en incremento, pero se debe trabajar más en los artículos de calidad y denominación de origen.
Así que, vivimos en una era muy importante, México debe de tomar ventajas que los más de 100 días de procesos de producción, logística, desaduanaje y riesgo de importación desde China, sean exclusivos de industrias que no se puedan fabricar en territorio nacional.
Además, se debe de explotar la capacidad de producción que se tiene para enviar más productos a China, un trabajo que ha sido duro para industrias como la del aguacate, moras, tequila, entre otros que ya tienen un lugar en el mercado. “Tal vez no nos beneficiamos directamente de la Franja y la Ruta, pero sin lugar a dudas, es una oportunidad de oro para levantar la mano y que China nos volteé a ver en un futuro cercano, como uno de sus principales aliados de intercambio comercial”, finalizó el ejecutivo.