La historia de la nomenclatura de BMW se remonta al BMW 3/15 PS, el primer automóvil de la marca que incorporó la potencia del motor en su nombre en 1929. Desde entonces, la empresa ha evolucionado constantemente su sistema de nomenclatura hasta llegar al sistema actual introducido en 1972, buscando siempre la coherencia y la intuición.
La revolución eléctrica también ha dejado su huella en la nomenclatura de BMW, con la submarca BMW i expandiendo su oferta con modelos totalmente eléctricos como el BMW i7, el BMW iX1 y el BMW i5. Aunque estos modelos siguen las reglas establecidas, presentan adaptaciones para reflejar su naturaleza eléctrica, marcando un paso significativo hacia la electromovilidad.
Los modelos BMW M, reconocidos por su alto rendimiento, mantienen la coherencia en su nomenclatura. La prominente designación 'M' destaca el estatus deportivo de estos vehículos, con nombres como 'BMW M3' grabados firmemente en la mente de los aficionados a lo largo de los años.
Además de revelar el proceso de nomenclatura, BMW ha proporcionado una semblanza de códigos utilizados en el pasado y presente, como 'Ci' para modelos coupé, 'Competition' para versiones de alto rendimiento de la línea M, y 'e' para vehículos híbridos conectables.
En una declaración, BMW enfatizó que su sistema de nomenclatura, diseñado para ser auténtico y comprensible, seguirá siendo la piedra angular de su identidad a medida que avanzan hacia la era de la electromovilidad. Con este vistazo a los secretos detrás de los nombres, la marca busca fortalecer la conexión entre sus vehículos y los apasionados conductores que buscan algo más que simples números y letras en un automóvil.
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