Aunque los competidores automotrices tradicionales como Ford Motor y General Motors han estado compitiendo para aumentar la producción de vehículos eléctricos, han reducido sus planes de inversión después de enfrentar costosos acuerdos contractuales con el sindicato United Auto Workers. A diferencia de sus contrapartes globales, Toyota, que anteriormente había enfocado su atención en híbridos y vehículos con pilas de combustible de hidrógeno, ha cambiado su enfoque hacia las baterías avanzadas y la tecnología de fundición a presión, siguiendo el camino que Tesla ayudó a establecer.
La instalación de Toyota en Carolina del Norte, programada para entrar en funcionamiento en 2025, será la primera planta de baterías para automóviles de la compañía a nivel mundial, con planes para seis líneas de producción de baterías, incluidas cuatro para vehículos híbridos como el Prius y dos líneas adicionales para vehículos eléctricos de batería. Carolina del Norte se está convirtiendo en un importante centro para la fabricación de vehículos eléctricos y baterías, atrayendo inversiones de empresas como Redwood Materials y Vinfast de Vietnam.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, elogió el aumento de la inversión de Toyota, destacando cómo la transición hacia una economía de energía limpia está generando empleos mejor remunerados que beneficiarán a las familias y comunidades en las próximas décadas. Además, se espera que el estado albergue una planta de baterías de 650 millones de dólares que Epsilon Advanced Materials (EAM) de la India tiene previsto inaugurar en 2026.