Volkswagen busca consolidar el desarrollo de software dentro del grupo a través de esta reorganización, en un esfuerzo por desempeñar un papel destacado en la transformación de su gama de productos hacia vehículos eléctricos. Sin embargo, los problemas actuales en el desarrollo del software han generado retrasos significativos en proyectos clave, como el nuevo Porsche Macan eléctrico y el Audi Q6 e-tron.
La demora en la implementación de la arquitectura de software 1.2, destinada a los próximos modelos eléctricos, se estima en 16 a 18 semanas adicionales, mientras que el plazo inicialmente previsto para la finalización de la siguiente generación de esta arquitectura en 2025 deberá ser completamente revisado.
Estas dificultades también afectarán el lanzamiento del Audi Q6 e-tron, el primer modelo que empleará la arquitectura PPE de 800 voltios, lo que permitirá la creación de un vehículo más ligero y tiempos de carga más rápidos. Esta estrategia es fundamental para la ofensiva de productos de Audi en la competencia con Tesla, así como sus rivales alemanes, BMW y Mercedes-Benz.
Por su parte, la plataforma SSP del Grupo Volkswagen, destinada a los modelos de próxima generación, incluido el buque insignia eléctrico Trinity de la marca Volkswagen, también se encuentra en proceso de rediseño, lo que implica posibles retrasos adicionales en la producción.
Estos planes necesitarán la aprobación del comité de empresa, el cual ha negociado garantías laborales para los trabajadores hasta mediados de 2025. El Grupo Volkswagen se enfrenta a desafíos importantes en la optimización de su división de software, con la esperanza de reestructurar y ajustar sus estrategias para mantener su posición en la competitiva industria automotriz global.