Kentucky, Estados Unidos, 12 de octubre del 2023 (Con información
de Reuters, CNBC).- Tan solo un día después de que GM, Ford y Stellantis
acordaran aumentar los salarios base para trabajadores de United Auto Workers entre
un 20% y un 23% durante cuatro años, y que Ford y Stellantis acordaran
restablecer los ajustes por costo de vida (o COLA), recibieron una amarga
sorpresa por parte del sindicato que está creando una tormenta otoñal en la
industria automotriz.
En las primeras horas del jueves, UAW lanzó a 8,700
trabajadores de la planta de camionetas pick up de Ford en Kentucky a huelga.
Esta es la planta más grande y rentable de Ford en los Estados Unidos, un
duro golpe que pone al fabricante en una situación crítica.
La decisión de cerrar la planta de camiones de Ford en
Kentucky, tras 28 días de huelga contra los Tres Grandes de Detroit se produjo
mientras UAW y Stellantis se preparaban para otra importante ronda de
negociaciones.
Kumar Galhotra, jefe de la unidad de vehículos de combustión
de Ford, dijo a Reuters que la compañía está 'al límite' de lo
que puede gastar en aumentos salariales y beneficios para el United Auto
Workers, y advirtió que la huelga del sindicato en Kentucky podría perjudicar a
los trabajadores y recortar las ganancias. 'Hemos sido muy claros en
que estamos en el límite', dijo, durante una conferencia telefónica.
'Nos esforzamos para llegar a este punto. Ir más lejos perjudicará
nuestra capacidad de invertir en el negocio'.
Ford está abierta a reasignar inversiones en futuras
negociaciones con el sindicato para asegurar un acuerdo, dijo Galhotra.
Ford también está trabajando con el UAW para encontrar una manera de incorporar
a los trabajadores de las plantas conjuntas de baterías de vehículos eléctricos
al acuerdo UAW-Ford, dijo, tomando como ejemplo a GM, que en días pasado hizo
esto mismo en una de sus plantas de baterías.
'Esperemos que las conversaciones de hoy en
Stellantis sean más productivas que las de Ford ayer', escribió Fain
en sus redes sociales durante el jueves. El conflicto entre el UAW y Ford
pronto podría afectar a miles de trabajadores que no se encuentran entre los
casi 34,000 trabajadores de los Tres de Detroit que se han ido a huelga desde
el pasado 15 de septiembre.
Unos 4,600 trabajadores de Ford podrían quedar inactivos
porque sus empleos dependen de la producción de camionetas Super Duty y SUV
Lincoln y Ford de tamaño grande que se producen en la planta Kentucky Truck,
dijo el vicepresidente de fabricación de Ford, Bryce Currie a Reuters.
El impacto en proveedores de Ford ha causado unos 13,000 despidos,
dijo la jefa de cadena de suministro de Ford, Liz Door. El cierre de Kentucky
Truck, la fábrica más grande de Ford, podría llevar una frágil cadena de
suministro 'hacia el colapso', dijo.
Fain y otros funcionarios del UAW aseguran que Ford, General
Motors y Stellantis pueden darse el lujo de aumentar el salario de los
trabajadores del UAW más allá del 20% al 23% que han ofrecido, poner fin a los
niveles salariales más bajos para los trabajadores temporales y de menor
antigüedad, y restaurar las pensiones de beneficios definidos perdidas en 2008
si controlan las recompras de acciones y reducen los salarios excesivos de los
ejecutivos. Sin embargo, en la práctica, analistas de la industria automotriz
estadounidenses consideran esta petición poco realista.
LA SITUACIÓN SE TORNA CRÍTICA
Luego de días relativamente tranquilos para el avance de la
huelga, la noticia de Kentucky Truck vino como una dura bofetada dentro de la
campaña de huelgas de UAW, y con Shawn Fain a punto de lanzar una nueva
conferencia y anuncios de movimientos este viernes a las 10 AM en su habitual
transmisión en vivo, se espera que los próximos golpes vayan dirigidos a GM y Stellantis…
Claro, si estos no hacen caso a la advertencia que representa el paro más
reciente contra Ford. Y esto aún considerando que las ofertas más generosas han
venido de Ford.
Algunos analistas se mantienen optimistas y ven en esta
poderosa decisión una ventana para el fin de la huelga trilateral. 'Siempre
fue necesaria presión para forzar un acuerdo', escribió el jueves
el analista de Evercore ISI Chris McNally en una nota. La secretaria de prensa
de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que la administración estaba
siguiendo de cerca el impacto económico de la ampliación de la huelga y aún
esperaba que ambas partes llegaran a un 'acuerdo en el que todos ganen'.
El viernes pasado, Fain dijo que, de ser necesario, el UAW
atacaría la planta de ensamblaje de GM en Arlington, Texas, que fabrica
Cadillac Escalade, Chevy Suburban y otros SUV grandes y costosos. La planta de
ensamblaje de camiones pesados de GM en Flint, Michigan, es otro objetivo
potencial de la huelga.
Los objetivos de altas ganancias de Stellantis incluyen las
fábricas de camionetas Ram en Sterling Heights y Warren, Michigan, así como dos
fábricas de SUV Jeep en Detroit. 'Esto pone a todos sobre aviso',
dijo Sam Fiorani, vicepresidente de pronóstico global de vehículos en
AutoForecast Solutions. 'Si no han aportado nada nuevo sobre la mesa
desde la semana pasada, GM y Stellantis deberían estar preocupados'.
Los analistas de Wells Fargo estimaron que Ford perderá
alrededor de 150 millones de dólares por semana debido a la huelga de la planta
de Kentucky. La planta aporta una sexta parte de los ingresos globales de Ford,
unos 25 mil millones de dólares anuales.
Los funcionarios de Ford dijeron el jueves que llegar a
un acuerdo que no permita a la compañía sobrevivir no tiene sentido y que
atacar la planta de camiones de Kentucky también perjudicaría los cheques de
participación en las ganancias del UAW. Ford consideró la decisión de UAW como 'extremadamente
irresponsable'.
Los fabricantes de automóviles de Detroit darán a conocer
sus resultados financieros del tercer trimestre entre el 24 y el 31 de octubre,
y el UAW podría utilizar las ganancias que reporten como un anzuelo para
presionar por un acuerdo más generoso con sus trabajadores.