La nueva planta, que abarca una superficie de 46,000 metros cuadrados, se centrará en el desarrollo y la fabricación de rodamientos rígidos de bolas para fabricantes de automóviles en América del Norte. También producirá rodamientos de rodillos cónicos para clientes industriales, incluidos aquellos en el sector agrícola y en aplicaciones de vehículos comerciales.
Este proyecto busca atender la creciente demanda de los clientes y satisfacer sus necesidades, al tiempo que impulsa el crecimiento de SKF a nivel latinoamericano. Se espera que la nueva planta sea clave en la producción de rodamientos y que alcance la cifra de 20 millones de unidades en 2024. SKF planea multiplicar esta capacidad por cinco en los próximos años, según Kerstin Enochsson, presidente global de la división automotriz de SKF.