Detroit, EUA, 22 de agosto de 2023 – En medio de las conversaciones sindicales de United Auto Workers (UAW) con General Motors, Stellantis y Ford Motors, se ha planteado la posibilidad de que Stellantis traslade la producción de su popular camioneta RAM 1500 desde Detroit, Estados Unidos, hasta Saltillo, Coahuila, México.
Sin embargo, este escenario ha generado un rechazo contundente por parte de UAW. Esto se debe a la percepción de que los vehículos eléctricos que podrían asignarse para reemplazar el modelo requieren una menor cantidad de trabajadores para su fabricación. Además, existe la incertidumbre sobre si una camioneta completamente eléctrica podría tener el mismo nivel de éxito que el actual modelo de motor de combustión interna, trayendo inquietud acerca de la estabilidad laboral para los miembros del sindicato.
Shawn Fain, presidente de UAW, subrayó que reubicar la producción de la RAM 1500 sería 'un grave error por parte de Stellantis. Estos son nuestros empleos y esta es nuestra camioneta. Esperamos conservar estas oportunidades laborales', declaró enfáticamente.
Por su parte, Stellantis emitió un comunicado en el que mencionó: 'La asignación de productos en nuestras plantas en Estados Unidos dependerá del resultado de las negociaciones, así como de la capacidad de la planta para cumplir con métricas de rendimiento específicas, que incluyen mejoras en la calidad, la reducción del ausentismo y la gestión de costos generales'. No obstante, el comunicado no confirmó ni negó directamente la posible medida de trasladar la producción de la RAM 1500 a México.
En el marco del webinar 'United Auto Workers Negotiations', organizado por la Red Nacional de Clusters de la Industria Automotriz de México (REDCAM) y S&P Global Mobility, se discutió que trasladar la producción de la RAM 1500 a la planta de Stellantis en Saltillo requeriría una inversión considerable y un tiempo sustancial para adaptar la planta. Actualmente, la capacidad de producción de 270,000 unidades en esta planta se encuentra ocupada en un 85% por la producción de la RAM 2500 y 3500 HD.
Además, se tiene previsto iniciar la producción de la RAM ProMaster eléctrica en dicha planta de Saltillo para finales de 2023. Esta versión eléctrica ha sido respaldada por una inversión de 200 millones de dólares, destinados a la expansión de las líneas de ensamblaje. Esta inversión permitirá aumentar la capacidad de producción tanto para la versión de combustión interna como para la versión eléctrica de la ProMaster.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Stellantis considera la opción de trasladar su producción a México. En diciembre de 2022, fuentes citadas por medios como Business Insider, CBC y Reuters sugirieron que la planta de Stellantis en Toluca, Estado de México, podría asumir la producción de vehículos previamente fabricados en Illinois. Este cambio, de concretarse, implicaría la producción de modelos eléctricos adicionales.
Hasta la fecha actual, agosto de 2023, este movimiento no ha sido confirmado oficialmente. No obstante, en caso de materializarse, la planta de Toluca podría albergar la producción del sucesor del Cherokee y su versión eléctrica, así como otros modelos pertenecientes al grupo Stellantis. Para llevar a cabo esta transición, se estimaría una inversión que oscilaría entre los 500 y 1,000 millones de dólares, según lo indicado por el especialista en Inteligencia de Negocios de Directorio Automotriz, Daniel Romo.
Sin embargo, este escenario ha generado un rechazo contundente por parte de UAW. Esto se debe a la percepción de que los vehículos eléctricos que podrían asignarse para reemplazar el modelo requieren una menor cantidad de trabajadores para su fabricación. Además, existe la incertidumbre sobre si una camioneta completamente eléctrica podría tener el mismo nivel de éxito que el actual modelo de motor de combustión interna, trayendo inquietud acerca de la estabilidad laboral para los miembros del sindicato.
Shawn Fain, presidente de UAW, subrayó que reubicar la producción de la RAM 1500 sería 'un grave error por parte de Stellantis. Estos son nuestros empleos y esta es nuestra camioneta. Esperamos conservar estas oportunidades laborales', declaró enfáticamente.
Por su parte, Stellantis emitió un comunicado en el que mencionó: 'La asignación de productos en nuestras plantas en Estados Unidos dependerá del resultado de las negociaciones, así como de la capacidad de la planta para cumplir con métricas de rendimiento específicas, que incluyen mejoras en la calidad, la reducción del ausentismo y la gestión de costos generales'. No obstante, el comunicado no confirmó ni negó directamente la posible medida de trasladar la producción de la RAM 1500 a México.
En el marco del webinar 'United Auto Workers Negotiations', organizado por la Red Nacional de Clusters de la Industria Automotriz de México (REDCAM) y S&P Global Mobility, se discutió que trasladar la producción de la RAM 1500 a la planta de Stellantis en Saltillo requeriría una inversión considerable y un tiempo sustancial para adaptar la planta. Actualmente, la capacidad de producción de 270,000 unidades en esta planta se encuentra ocupada en un 85% por la producción de la RAM 2500 y 3500 HD.
Además, se tiene previsto iniciar la producción de la RAM ProMaster eléctrica en dicha planta de Saltillo para finales de 2023. Esta versión eléctrica ha sido respaldada por una inversión de 200 millones de dólares, destinados a la expansión de las líneas de ensamblaje. Esta inversión permitirá aumentar la capacidad de producción tanto para la versión de combustión interna como para la versión eléctrica de la ProMaster.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Stellantis considera la opción de trasladar su producción a México. En diciembre de 2022, fuentes citadas por medios como Business Insider, CBC y Reuters sugirieron que la planta de Stellantis en Toluca, Estado de México, podría asumir la producción de vehículos previamente fabricados en Illinois. Este cambio, de concretarse, implicaría la producción de modelos eléctricos adicionales.
Hasta la fecha actual, agosto de 2023, este movimiento no ha sido confirmado oficialmente. No obstante, en caso de materializarse, la planta de Toluca podría albergar la producción del sucesor del Cherokee y su versión eléctrica, así como otros modelos pertenecientes al grupo Stellantis. Para llevar a cabo esta transición, se estimaría una inversión que oscilaría entre los 500 y 1,000 millones de dólares, según lo indicado por el especialista en Inteligencia de Negocios de Directorio Automotriz, Daniel Romo.
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