El consorcio detrás de esta iniciativa está conformado por las empresas Mota-Engil México y CRRC Nanjing / Pushen. La instalación de esta planta no solo promete ser un activo económico para la región, sino que también contribuirá al avance sostenible del proyecto de movilidad en Nuevo León.
El Gobernador García Sepúlveda expresó su agradecimiento al consorcio y compartió la ambición detrás del proyecto: 'Desde que llegamos al gobierno sabíamos el reto que había en movilidad, el retraso que tenía este estado por décadas y no nos fuimos por una línea más ni por dos, nos fuimos de manera ambiciosa a duplicar el Metro existente en el estado en toda su vida y ese proyecto género la confianza para que el consorcio decidiera invertir y poner aquí su fábrica'.
La importancia de esta planta radica en asegurar el suministro oportuno de los materiales necesarios para las nuevas líneas del Metro. Con el inicio del colado de columnas para la Línea 6 en julio, la necesidad de elementos constructivos es más apremiante.
La planta abarcará una superficie de 100 mil metros cuadrados e incluirá instalaciones clave como una nave industrial de 17,410 metros cuadrados, un área de almacenamiento de prefabricados de 39,800 metros cuadrados y vías internas de 42,278 metros cuadrados, entre otros elementos.
Esta inversión refuerza el compromiso de Grupo Mota-Engil, un conglomerado multinacional con un enfoque en infraestructura y gestión de proyectos. El Grupo opera en diversos países y sectores, adoptando prácticas responsables y sostenibles.
Por otro lado, CRRC Corporation Limited, otro socio en este consorcio, es una entidad líder en equipos de transporte ferroviario y tecnología avanzada.