CDMX, 11 de julio de 2023.- Un análisis de los especialistas
de CIAL Dun & Bradstreet, destaca
datos del sector económico y financiero, tales como las positivas
expectativas en cuanto a crecimiento e inflación; el buen desempeño en temas de
inversión, las remesas, el mercado de vehículos y el empleo; así como el
panorama financiero considerando el tipo de cambio y el impacto que puede tener
en las tasas de interés. A continuación, los detalles:
MEJORAN EXPECTATIVAS DE CRECIMIENTO E INFLACIÓN
Mes a mes, las cifras sobre la actividad económica han
resultado mejores que las previsiones de los analistas. Ante ello, el mercado
sigue revisando al alza sus pronósticos de crecimiento económico para este año.
Por ejemplo, en diciembre, se estimaba que el PIB crecería 1.0% en
2023, mientras que, en la reciente encuesta de junio de Banxico, ésta se
revisó hasta 2.3%. Esto se ha dado de manera gradual. El analista más
optimista espera un ritmo de 2.9% para este año, mientras que el más pesimista
se queda en 1.5%.
El mercado espera una moderación para 2024, a 1.6%. Como
referencia: el gobierno mantiene su estimación en 3.0% para este año, mientras
que el Banco de México cree que el crecimiento será de 2.3%. Mientras tanto,
las estimaciones para el segundo trimestre apuntan a un ritmo de 2.5% anual,
esperándose una gradual moderación, hasta de solo 0.8% anual para el primer
trimestre del próximo año, justo en un punto de inflexión.
En materia de inflación, los resultados de este año también
están siendo mejores que los esperados por el mercado. Por ejemplo, en
junio, la inflación descendió hasta 5.1% anual, favorecido especialmente
por su componente no subyacente (-0.36% anual), mientras que la subyacente aún
se mantiene elevada (6.9%). En consecuencia, el mercado ha bajado sus
previsiones inflacionarias para el cierre de este año, ahora a 4.70%. Ya
se ve un descenso importante, comparado contra su máximo relativo de estos años
(8.7% anual en septiembre de 2022). El mercado espera que la inflación
descienda a 4.0% en 2024, que sería justo el límite superior de la meta de
mediano plazo de Banxico (entre 2% y 4%). Si así fuera, desde diciembre de
este año, Banxico empezaría a bajar su tasa de interés, a 11.0% (ahora está en
11.25%).
SE MANTIENE BUEN RITMO DE INVERSIÓN
Una buena noticia para la economía mexicana: la inversión
fija logró un crecimiento de 7.0% anual en abril, sosteniendo tasas elevadas y
mejores que las previsiones iniciales. Como ha ocurrido con el resto de la
economía, el primer semestre ha sorprendido con un buen desempeño en la mayoría
de los indicadores.
En el caso de la inversión, lo más destacado es que su
componente de maquinaria y equipo, que hoy representa 45% de la inversión
total (en 2009 pesaba 31%), creció 16.6% anual en abril, promediando en
lo que va del año 17.0% anual. Este ritmo en maquinaria y equipo no se veía
desde 1998.
En cambio, la inversión en obras de construcción se
mantiene estancada y ha crecido solo 2.2% anual en lo que va de este año. Este
segmento se mantiene estancado por muchos años y por ello su peso dentro de la
inversión se ha reducido desde 69% en 2009 hasta el actual 55%.
Para este año, se mantiene la estimación de un
crecimiento de 6.0% para la inversión total, similar a la de 2022. A
pesar de las altas tasas de interés, es claro que la inversión se beneficia del
fenómeno del nearshoring. La inversión extranjera ingresa al país,
además de que vemos un gran repunte en la importación de bienes de capital.
RÉCORD HISTÓRICO EN DIVISAS POR REMESAS FAMILIARES
Una vez más, la entrada de divisas al país por remesas
familiares logra un nuevo máximo histórico. La cifra de mayo ascendió a
USD 5,693 millones, reportando un incremento de 10.7% anual y promediando 10.3%
en lo que va del año. Algunos hechos destacan por su importancia:
Primero, en este año ingresarían más de USD 63 mil
millones por este concepto, serían ocho años consecutivos con un ritmo
elevado. Crecería 7.8% estimado en 2023 vs 13.4% en 2022. El buen nivel de
empleo en EE.UU. permite la entrada de remesas.
Segundo, actualmente, casi la totalidad de la
entrada de remesas se realiza a través de transferencias electrónicas,
cuando en 1995 ésta concentraba solo 51.5% del total. El resto era vía Money
orders (39.7%), efectivo y especie (8.1%) y cheques personales (0.7%).
Tercero, el año pasado, las remesas fueron equivalentes a
4.1% del PIB nacional, su máximo histórico. Este año descenderá a 3.6%,
debido a la apreciación del tipo de cambio. Cuarto, las remesas se han
consolidado como una de las fuentes de divisas más importantes para la economía,
superando ampliamente la petrolera y la inversión extranjera directa
MERCADO DE VEHÍCULOS AVANZA SIGNIFICATIVAMENTE
La industria de vehículos es una de las más importantes del
país, no solo por su capacidad productiva, sino también por las inversiones que
atrae, los empleos que genera y su nivel de exportaciones, entre otros. En el
mercado interno, sus ventas ascendieron a 113,553 unidades en junio,
reportando un crecimiento de 25.7% anual y sosteniendo un ritmo muy elevado por
once meses consecutivos. Su actual nivel ya se ubica por encima de inicios
de 2020, justo antes de la pandemia.
En este año, estas ventas crecerían 12.8% y se
venderían 1.23 millones de unidades. Se observan dos años consecutivos con
buen ritmo, pese a las alzas en las tasas de interés y la inflación. Esto ha
sido posible gracias a que el empleo ha crecido bien, avanzan los salarios
reales y ha repuntado el crédito al consumo. A pesar de esto, las ventas de 2023
están 23% por debajo de su máximo histórico de 2016, por lo que su recuperación
tendrá que esperar varios años.
Por su parte, la producción de vehículos de junio
ascendió a 331,707 unidades, con un crecimiento de 16.3% anual y sosteniendo
buenas tasas en los meses recientes. Después de cuatro años a la baja
(2018-2021), la producción creció 9.2% en 2022 y avanzaría 8.9% en este año. Su
nivel sería de 3.6 millones de unidades y con expectativas positivas a mediano
plazo. Resuelta la crisis de suministros mundiales, esta industria crecerá
a dos dígitos en los siguientes años, favorecida ahora por el fenómeno del
nearshoring, que significará la entrada de inversión extranjera y, en
consecuencia, mayores exportaciones.
TIPO DE CAMBIO Y TASAS DE INTERÉS, ¿QUÉ ESPERAR?
El miércoles 5 de julio, en cierto momento del
día, el tipo de cambio llegó a descender hasta los 16.987 pesos por
dólar, rompiendo, al menos por un momento, esa barrera psicológica de los 17
pesos. Solo fue un momento, y el viernes siete ya se ubicaba alrededor de
los 17.12 pesos. Un nivel por debajo de los 17 pesos no lo habíamos visto desde
diciembre de 2015, hace exactamente siete años y medio. El nivel de apreciación
del peso mexicano es impresionante y vale la pena destacar algunos hechos:
Primero, en el último año, el peso se ha apreciado
16.99%, una condición pocas veces vista en la historia de esta moneda. A
nivel de las economías emergentes, México tiene la moneda que más se ha
apreciado, y muy similar que la moneda chilena (17.04%). Las monedas
de Brasil, Perú y Colombia se apreciaron 7.3%, 7.0% y 5.9% anual,
respectivamente. En cambio, las de Argentina y Venezuela se depreciaron 106.0%
y 407.7% anual, en cada caso. Ambos países enfrentan crisis recurrentes.
Si comparamos el tipo de cambio actual con su máximo
histórico de 25.11 pesos del 24 de marzo de 2020, en plena crisis de la
pandemia, acumula desde entonces una apreciación de 32%. Nunca en la
historia económica del país, tras una depreciación o devaluación de nuestra
moneda, hemos visto un regreso o una corrección como la actual. El evento más
cercano se dio tras la depreciación de principios de 2009 vs agosto de 2008
(crisis económica), cuando logró corregirse casi 23% en los siguientes dos
años. Lo de hoy es histórico.
Mientras el mercado espera un deslizamiento gradual del tipo
de cambio para 2025, las tasas de interés del mercado se mantienen estables, en
línea con la tasa Banxico. El mercado estima que el Banco Central
bajará su tasa de interés a partir de diciembre, a 11.00%, a condición de que
la inflación siga a la baja. Ello, aunque la FED pudiera elevar una
vez más su propia tasa.
Evolución del empleo: trabajadores asegurados en el IMSS
En junio estaban registrados 6.06 millones de
trabajadores manufactureros en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),
su máximo histórico. A nivel de los nueve grandes sectores de la economía,
el de manufactura es el más importante, concentrando casi 28% del total
nacional. Reportó un crecimiento de 2.6% anual en junio, observando cierta
moderación en los meses recientes, especialmente si su ritmo actual se compara
contra lo que vimos hace un año (5.1% en junio de 2022).
Lo anterior se explica porque la producción manufacturera
también ha moderado su ritmo, desde 4.4% anual en enero-abril de 2022 hasta
2.7% en enero-abril de este año. Esto último tiene que ver con la fuerte
desaceleración de las exportaciones manufactureras, en condiciones de una
apreciación del tipo de cambio.
En junio de este año, las manufacturas crearon solo
5,109 nuevos puestos de trabajo, acumulando en los últimos 12 meses un total de
156,349 nuevos empleos. La generación de nuevos empleos en este sector
ha descendido significativamente y es de los más bajos desde 2021.
El ritmo del empleo manufacturero (2.6% anual en junio) es inferior al empleo
nacional, que creció 3.9% anual en ese mes.
El segundo en importancia es servicios para empresas,
hogares y personas, con 21.5% del total (4.7 millones de trabajadores) y creciendo
3.6% anual en junio. El tercero es el comercio, con 4.5 millones de
personas y manteniendo un buen ritmo de crecimiento (4.6% anual). En este
momento, la construcción es la más dinámica en materia de empleo, con un ritmo
de 9.6% anual, una de sus tasas más altas desde 2015. Este gran desempeño
contrasta con el bajo ritmo de su producción, que solo creció 1.0% anual
durante enero-abril de este año. Así las cosas, este año, el empleo total
crecería 3.0% y se generarían 641 mil nuevos puestos.