YOKOHAMA, Japón, 28 de junio de 2023.– Este año,
Nissan cumple 90 años de pasión e innovación por la movilidad, impulsada por su
ADN Japones y su mentalidad de 'hacer lo que otros no se atreven a
hacer'.
Desde su fundación en 1933, este espíritu audaz ha inspirado
a Nissan y a generaciones de sus empleados a superar los límites de la
innovación, enriqueciendo la vida de las personas con viajes emocionantes y
tecnología pionera para crear un mundo más limpio, seguro e inclusivo.
Uno de los mayores diferenciadores de Nissan como marca ha
sido estar siempre a la vanguardia de la innovación tecnológica en el sector
automotriz. Este legado, se traduce en la constante búsqueda de alternativas
que ayuden a mejorar la experiencia de sus clientes al volante, poniendo a su
alcance vehículos cada vez más seguros, eficientes, conectados e inteligentes,
con el firme objetivo de alcanzar un futuro con cero emisiones y cero
accidentes.
En el marco de la celebración de su 90º aniversario el 26
diciembre de 2023, y durante los meses previos, Nissan pondrá en marcha una
serie de iniciativas para conmemorar esta importante fecha. Dentro de estas se
incluye un logotipo conmemorativo que representa el pasado histórico de la
compañía y su emocionante futuro. Desde hoy y hasta el próximo mes de
diciembre, Nissan desarrollará otras iniciativas para recordar su legado,
celebrar su presente y mirar hacia el futuro, todo ello con un claro enfoque
hacia los clientes, seguidores, empleados y comunidades que han apoyado a
Nissan durante nueve décadas.
LA HISTORIA DE NISSAN: REINVENCIÓN DECISIONES
DIFÍCILES Y CONFIANZA EN MÉXICO
Por: Adrián Martínez, editor Cluster Industrial.
1.- EL CAMINO DE UN GIGANTE NIPÓN
La historia de Nissan antes de la Segunda Guerra Mundial
es turbulenta. Desde los cambios de nombre y la constante reorganización
empresarial hasta la producción de aeronaves y vehículos para el Imperio
Japonés, poco era conocido en occidente sobre el fabricante de los automóviles
Datsun radicado en Yokohama.
Luego, en cara de la derrota post-guerra, tres
décadas fueron suficientes para convertir a Japón en un gigante económico.
Las doctrinas industriales de las empresas japonesas, primero en el sector
automotriz y posteriormente en electrónicos, se convirtieron en estándares
internacionales que pronto tuvieron que ser adoptadas por los norteamericanos
para seguir siendo competitivos.
Estas políticas industriales surgieron gracias al Ministerio
de Industria y Comercio Internacional; todos sus esfuerzos por tener políticas
de comercio justas, tarifas preferenciales y tasas de cambio favorables permitieron
que “las 3 grandes” de Japón (Nissan, Honda y Toyota) dominaran el mercado
asiático contra “los tres grandes de Detroit” (Ford, Chrysler y GM).
Movidos por la dependencia de combustibles extranjeros, los
fabricantes asiáticos se concentraron en hacer autos baratos de producir
y con gran eficiencia en el consumo de gasolina. Esto permitió su
exportación en masa a Estados Unidos, Europa y países en desarrollo como
México, donde la crisis de combustibles de 1973, la preferencia de los
consumidores y la creciente clase media les asegurarían una permanencia.
2.- 62 AÑOS EN MÉXICO
Ya desde finales de los 50, durante los años del “milagro
mexicano”, Nissan puso la mira en México, primero con la distribución de los
automóviles de bajo costo Datsun, y un par de años después, en 1961, con la
creación de la subsidiaria Nissan Mexicana S.A. de C.V.
El éxito en el mercado nacional, la posición geográfica
privilegiada y la exportación cada vez más grande de vehículos a los Estados
Unidos llevaron a Nissan a establecer en 1966 su primera planta en
territorio extranjero: la planta CIVAC en Morelos.
Hoy, Nissan produce 8 modelos distintos de vehículos
en sus 4 plantas mexicanas, 3 de ellas ubicadas en Aguascalientes y una de
ellas compartida con Mercedes-Benz. El impacto de la empresa japonesa en
tierras hidrocálidas es tal, que (según datos estatales y del INEGI) representa
más del 35% del PIB estatal y ha ayudado a mantener su crecimiento
anual por encima del promedio nacional de forma casi ininterrumpida.
Tan solo de enero a mayo de 2023, Nissan Mexicana ha
producido 243,352 vehículos desde compactos hasta pick ups de las marcas Nissan
e Infiniti. Y
se prepara para en próximos años sumar a producción modelos E-Power, eléctricos
y modelos de la marca Renault a su producción nacional.
3. REINADO, CRISIS, ALIANZAS Y EL RENACER ELÉCTRICO
Tras años de productividad excepcional tanta en casa como en
el extranjero, la gente al interior de Nissan estaba plenamente convencida que
sus autos eran mejores que el resto en todo sentido. Las ventas de fabricantes
japoneses en Estados Unidos llegaron hasta un 20% del mercado
automotriz total y los costos de producción eran menores por hasta
$2000 USD.
Disfrutando del éxito total en los años 80’s, Nissan comenzó
a introducir la serie de deportivos Z, que conquisto a entusiastas de la
velocidad alrededor del mundo, pero, al mismo tiempo, decidió que los modelos Datsun
dejaran de usar dicho nombre y pasaran a ser autos Nissan como todos los demás,
lo que trajo una serie de sedanes con diseños aburridos y precios ligeramente
más altos que los de la competencia.
Durante los años 90, las técnicas de marketing se volvieron
más importantes que las de producción y permitieron que los
fabricantes norteamericanos recuperaran su ventaja con la aparición de las
SUV’s. No solo eso, la competencia en casa pudo rebasarlos; Honda y Toyota
tomaron la delantera en mercados globales con mejores diseños a mejor costo y
una mejor imagen en los medios.
En 1997, durante la crisis financiera asiática, Nissan
casi se declaró en bancarrota. La situación fue tan crítica que el Banco de
Desarrollo de Japón tuvo que intervenir en un rescate de $750 millones
de dólares. Dos años después, y con los ejemplos de GM comprando Izuzu y
Ford colaborando con Mazda, los alguna vez emperadores de los autos japoneses
comenzaron a buscar un comprador o aliado.
Daimler-Chrysler fue el objetivo, pero no quiso ni voltear a
ver a oriente debido a la enorme deuda que suponía comprar Nissan. Era la
oportunidad perfecta para una marca europea y para un hombre brasileño-libanés.
Con $5.4 mil millones de dólares, la marca
francesa Renault compró el 37% de Nissan y mató dos pájaros de
un tiro: lograría entrar de lleno al mercado asiático y al norteamericano.
Entre las condiciones de la alianza estuvo incorporar a finales del año 2000 a
un hombre estudiado en París y apodado como “el corta-costos” (le cost
cutter): Carlos Ghosn.
Independientemente a su escandalosa salida, problemas
legales y eventual escape de la justicia japonesa, el estilo de Ghosn y la
nueva alianza se tradujo en cambios favorables —y rápidos— para
Nissan. En los primeros años, se cerraron 3 plantas ubicadas en Japón
(despidiendo 21,000 posiciones en el proceso) y se redujo la cantidad de
proveedores de 1300 a 600, obligando a los que quedaron a ofrecer
descuentos de 20 a 30% en sus partes.
La reestructuración de las subsidiarias encogió la
deuda de la compañía en casi $12 mil millones de dólares, y el tradicional
sistema de promoción de posiciones empresariales conocido como kereitsu, basado
en la antiguedad de los empleados, se abandonó por una meritocracia que
rejuveneció la plantilla de ejecutivos.
El resultado: $47.7 mil millones de dólares en tan
solo dos años. Las mejores ventas en más de una década. Poco a poco, un
equipo global de diseñadores automotrices proyectó modelos menos cuadrados, más
excitantes. Retomaron los deportivos como la serie Z y comenzaron a producir
SUV’s para el mercado americano desde una planta ubicada en Mississippi.
A lo largo de 10 años, Nissan pasó de estar en un estado
crítico a volver a posicionarse como un fabricante innovador, de bajo costo y
gran rendimiento. Incursionó en el mercado de los automóviles híbridos
y se convirtió en el fabricante de autos eléctricos más exitoso del mundo en un
inicio, con el lanzamiento del compacto Leaf.
Hoy en día, Nissan hace gala de otros automóviles eléctricos
como el Ariya y ha revolucionado el segmento de los híbridos con su gama de
opciones E-Power, mucho más eficientes que un híbrido convencional.
4. NISSAN: UNA EMPRESA EN CONSTANTE RE-EVOLUCIÓN
Nissan ha sobrevivido a guerras, elevado los estándares
de eficiencia y costos de producción, caído ante una zona de comfort a finales
del siglo pasado y vuelto a resurgir de mano de una alianza poderosa y uno de
los personajes más controvertidos de su historia. Son cuatro etapas
fundamentales, y podríamos ver, en su transición a la electromovilidad la
quinta gran revolución de su historia.
Hoy, Nissan produce en México los modelos: March,
Sentra, Versa, Kicks, NP300 y NP300 Frontier; con los cinco
primeros entre los 10 modelos de autos más vendidos del país. Además de los
modelos QX55 y QX50 de su marca de lujo Infiniti en la planta COMPAS.
Donde por mucho tiempo reinó el Tsuru, el Versa continúa su
legado, y más allá de las crisis energéticas mundiales, pandemias, guerras y el
inevitable cambio hacia energías sustentables, Nissan se ha mantenido
mirando a un futuro que promete tanto como lo hacía hace más de medio siglo.
Donde hubo críticas sobre métodos productivos o seguridad de vehículos, se
posiciona un interés fuerte en impulsar tecnologías que disminuyan accidentes y
emisiones, con materiales y sistemas que eleven al máximo la eficiencia de la
movilidad en ciudades inteligentes.
Quizás
muy pronto veamos el resultado de las más recientes inversiones de NISSAN en
México, que apuntan a un futuro electrificado y de liderazgo en el
mercado nacional y de exportación de vehículos, con nuevas tecnologías y
procesos que incrementarán el valor de su producción en el país.