La empresa superó las expectativas tanto en resultados como en ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA en sus siglas en inglés), pero, debido a una carga fiscal mucho más alta de lo esperado, principalmente relacionada con los impactos del tipo de cambio, no cumplió con los resultados finales. Por el lado operativo, Vesta registró fuertes volúmenes de nuevas rentas y un incremento en la ocupación, que llegó incluso al 100% en la región norte en México.
Actividad de arrendamiento climatizada y aumento de la ocupación.
Vesta registró una actividad de arrendamiento de 2,2 millones de pies cuadrados, 1,2 millones de pies cuadrados de nuevas empresas y 1 millón de pies cuadrados de renovaciones.
La tasa de ocupación estabilizada aumentó 240pb a/a a 96.7%, con ocupación misma en 96.6% (+250pb) y ocupación total del portafolio en 95.1% (+130pb a/a).
Golpe de línea superior eclipsado por mayores gastos de impuestos.
Los ingresos por rentas aumentaron 20% a/a a US$50mn, de los cuales US$6mn se explican por nuevos contratos y US$2mn por ajustes por inflación, lo que lleva a un aumento de 3% frente a las estimaciones de Vesta.
El EBITDA aumentó 19% a/a a US$42mn, superando la proyección de Vesta en 5%, aunque se vio obstaculizado en parte por los aumentos de costos (+49% a US$3mn) y gastos generales y administrativos (+28% a US$8mn).
A pesar de la línea superior más alta, que sostuvo una P&L mejor de lo esperado desde la parte superior hasta las líneas de fondo de operación (FFO por sus siglas en inglés) antes de impuestos, la carga fiscal fue considerablemente más alta de lo que pronosticamos (US$21mn frente a US$11mn), de los cuales US$11mn provinieron de efectos cambiarios y US$10mn de operaciones regulares.
Finalmente, el FFO disminuyó un 39% a/a, a US$10mn debido a los mayores gastos tributarios, por debajo de las expectativas de Vesta de US$15mn.
Con información de Credit Suisse.