El BMW iX5 Hydrogen se está construyendo en la planta piloto de BMW Group en su Centro de Investigación e Innovación (FIZ) en Múnich. Esta es la interfaz entre el desarrollo y la producción donde se fabrica por primera vez cada nuevo modelo de las marcas de la compañía.
El hidrógeno necesario para alimentar la celda de combustible se almacena en dos tanques de 700 bares fabricados en polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP). Juntos contienen casi seis kilogramos de hidrógeno, suficiente para dar al BMW iX5 Hydrogen una autonomía de hasta 504 km en el ciclo WLTP. Llenar los tanques de hidrógeno solo lleva de tres a cuatro minutos, por lo que el BMW iX5 Hydrogen también puede proporcionar el placer de conducir por el que BMW es famoso, en largas distancias, con solo unas pocas paradas cortas en el camino.
BMW Group es el primer fabricante de vehículos alemán que se ha unido a la propuesta “Business Ambition for 1.5°C campaign” liderada por la iniciativa Science Based Targets y se compromete a lograr el objetivo de neutralidad climática total en toda la cadena de valor.
El siguiente paso en este proceso involucra el plan de BMW Group para reducir las emisiones de CO2 por vehículo durante su ciclo de vida completo, es decir, la cadena de suministro, la producción y la fase de uso, en al menos un 40 por ciento para 2030 en comparación con 2019.
BMW Group vendió más de 215,000 vehículos totalmente eléctricos en todo el mundo en 2022, lo que representa un aumento con respecto al año anterior de casi el 108 por ciento. Los vehículos completamente eléctricos representaron poco menos del 9 por ciento del volumen total de ventas el año pasado, y se espera que esta participación aumente al 15 por ciento en 2023.
Para 2030 a más tardar, BMW Group busca llegar a una situación en la que los vehículos totalmente eléctricos representen más del 50 por ciento de sus ventas totales.
BMW Group ve la tecnología FCEV expresamente como una adición potencial a la tecnología de propulsión utilizada por los vehículos eléctricos de batería (BEV).
Según un informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA), el hidrógeno ofrece un potencial considerable como fuente de energía futura en relación con las actividades de transición energética global. Gracias a sus capacidades de almacenamiento y transporte, el hidrógeno se puede utilizar para una amplia variedad de aplicaciones.
Por lo tanto, la mayoría de los países industrializados están adoptando estrategias de hidrógeno y respaldándolas con hojas de ruta y proyectos concretos. En el sector del transporte, el hidrógeno puede convertirse en una opción tecnológica adicional, junto con la movilidad eléctrica a batería, para dar forma a la movilidad individual sustentable a largo plazo.
Sin embargo, esto dependerá de la producción competitiva de cantidades suficientes de hidrógeno a partir de energía verde, así como de la expansión de la infraestructura de llenado correspondiente, que ya se está buscando intensamente en muchos países.