CDMX, 20 de febrero del 2023.- La industria
de los semiconductores es extremadamente delicada, y las disrupciones en
las cadenas de suministro de los últimos años nos lo han demostrado, por ello,
la limpieza extrema en este sector es fundamental. Si una sola partícula
contaminante entrara en una oblea usada para semiconductores, se debe desechar
todo el material. Las contaminaciones múltiples de obleas de silicio pueden
costar a las compañías decenas o incluso miles de dólares.
Sin embargo, los trabajadores humanos no son la única fuente
potencial de contaminación en una fábrica de semiconductores, los equipos de
automatización, como los robots, también pueden introducir impurezas en una
oblea si no están diseñados específicamente para cubrir los requisitos de esta
industria. Veamos por qué es así.
Se pueden filtrar aceites lubricantes de articulaciones
de robots no clasificados para sala estéril
Los robots deben moverse suavemente a lo largo de varios
ejes de movimiento. Para lograr esto, los aceites permiten que los robots se
muevan dentro de las articulaciones de un brazo robótico que proporciona
lubricación. Si el sellado en las articulaciones de los robots no es suficiente
para una sala limpia, estos aceites pueden filtrarse y contaminar el agua.
Los productos dentro de la cartera
de robótica de Omron cumplen con los requisitos de sellado de
articulaciones y otros requisitos de clase de sala estéril definidos por la
norma ISO (ISO 14644-1 y FED 209E). Estos elementos de diseño, que incluyen
hardware de acero inoxidable, aspiradoras aplicadas en el interior del robot y
el uso de lubricantes sin gasificación, evitan que los robots introduzcan
contaminantes en el entorno de trabajo.
Las clasificaciones IP también son importantes para las
tecnologías robóticas
Aunque la principal preocupación en el negocio de los
semiconductores es que las partículas se filtren de las articulaciones de un
brazo robótico, hay muchas otras industrias en las que el gran problema son las
partículas que ingresan a las juntas y dañan el funcionamiento interno del
robot. Aquí es donde entran en juego las clasificaciones
IP. Estas clasificaciones se refieren a qué tan bien un dispositivo resiste
el ingreso de ciertos líquidos y partículas.
Para comprender por qué el ingreso de líquidos y partículas
representa un problema, debemos tener en cuenta que cada articulación en el
brazo robótico es un actuador (básicamente un motor de clases) con piezas muy
pequeñas y sincronizadas en extremo. Los contaminantes como el polvo, los
líquidos y las partículas metálicas pueden causar un desgaste acelerado en los
accionadores de las articulaciones o podría generar daños y cortocircuitos en
sus componentes eléctricos internos.
Según el entorno de trabajo del usuario final, es importante
distinguir si es más adecuado un robot con calificación de sala estéril o un
robot con una alta clasificación IP para la aplicación.
Los robots Omron están diseñados para todas las
industrias
Omron tiene siempre en cuenta las necesidades de cada
industria relacionada con la fabricación y la infraestructura cuando realizan
el diseño de sus robots. Además de asegurarse de que estén calificados para
salas estériles y resistentes a entornos difíciles, también hacen que sea fácil
instalarlos, programarlos y realizar simulaciones de su aplicación.
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