CDMX, 13 de febrero de 2023.- Un análisis de los especialistas
de CIAL Dun & Bradstreet muestra un
panorama complejo en materia económica para este 2023, en el que destacan datos
del sector económico y financiero, tales como la moderación del empleo privado,
las expectativas económicas para el sector privado, la elevación de Banxico a
la tasa de referencia, así como el dificultado descenso de la inflación en el
país.
MONITOR ECONÓMICO
La economía mexicana está transitando por un
momento complejo. Por un lado, la inflación no desciende como se esperaba y
esto obligó al Banco de México a endurecer más su postura monetaria, aumentando
su tasa de interés a un mayor ritmo que en Estados Unidos. Por otro, la
actividad productiva ha crecido mejor de lo esperado, con un PIB que creció
3.0% en 2022, además de que el mercado de vehículos y la industria
manufacturera muestran un buen desempeño.
Sin embargo, las expectativas económicas para
este año apuntan a una fuerte moderación de la economía, en condiciones en que
la inflación podría descender hasta 5% al cierre del año, pero con una tasa de
interés que se mantendrá elevada hasta el último trimestre. El ambiente
político será cada vez más intenso, con elecciones en Coahuila y el Estado de
México, además de las campañas para las elecciones presidenciales de 2024.
Mercado de vehículos: producción,
exportaciones y ventas internas
La producción local de vehículos creció 2.4%
anual en enero, moderando su ritmo con relación a los meses previos. Después de
crecer 9.2% durante 2022, este segmento de la industria de vehículos crecería
solamente 2.3% en este año, resintiendo los efectos de la desaceleración de la
economía norteamericana.
De la producción local de vehículos,
alrededor de 87% se destina hacia el mercado externo. Esto, en condiciones en
que se moderan los costos de los insumos mundiales y se va resolviendo
gradualmente la escasez de insumos que esta industria enfrentó durante
2021-2022. De esta manera, esta industria podría reportar un buen desempeño
durante 2024, cuando Estados Unidos recupere un buen ritmo y la inflación y las
tasas de interés mundiales tiendan a la baja.
En enero, la exportación de vehículos creció
9.9% anual, sosteniendo aún tasas aceptables. Sin embargo, pese al proceso de
relocalización de las inversiones, este segmento podría crecer solamente 3.0%
en este año, en línea con el bajo desempeño de las exportaciones totales del
país.
Por su parte, la venta de vehículos en el
mercado interno creció 20.1% anual en enero, estimándose que su ritmo de este
año sea de 5.7%. Este año será complicado para esta industria. Sin embargo, sus
perspectivas a mediano plazo son buenas.
Consumo e inversión se mantienen firmes
A nivel de los componentes de la oferta y
demanda agregada, el consumo privado es el más importante, pesando más de 60%
del Producto Interno Bruto (PIB). Aunque en los meses recientes se ve cierta
moderación, a lo largo de 2022 su ritmo ha sido elevado, con una tasa de 4.1%
anual en noviembre y promediando alrededor de 6.6% en ese año.
Es un buen ritmo, que le sigue al 8.3% de
2021 y a la caída de 10.9% de la crisis de 2020. Este segmento ya se recuperó
por completo y se da en condiciones adversas en materia de inflación y tasas de
interés.
Por su parte, la inversión fija creció 5.9%
anual en noviembre, una tasa aún elevada y que habría significado un 5.5%
durante todo el año 2022. Su ritmo ha sido mejor que el inicialmente previsto,
siendo favorecido principalmente por el dinamismo de su segmento de maquinaria
y equipo, mientras que las obras de construcción aún reportaron cierta caída.
El ritmo de la inversión del año pasado superó ampliamente al del PIB, que
creció 3.0%, una tasa aceptable.
Para este año, se verá una moderación de la
inversión, pero esperamos un rebote para 2024 en adelante, favorecido por
distintos factores: relocalización mundial de las inversiones, rebote de la
economía norteamericana, reducción de la inflación y las tasas de interés,
entre otros. La inversión representa 20% del PIB y es indispensable que crezca
a tasas más elevadas, de lo contrario, será difícil que la economía crezca en
la medida deseada: alrededor de 4% al año.
Se modera ritmo del empleo privado
En la medida que la actividad económica local
muestre señales de moderación, su impacto se verá reflejado sobre el empleo. En
efecto, los trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS) crecieron 3.5% anual en enero, su tasa más baja desde mayo de 2021.
Es clara la moderación en el ritmo del empleo
en los diferentes sectores de la economía: manufacturas, comercio, extractivo,
entre otros. Hacia el tercer trimestre de este año, es posible que se observen
tasas muy bajas para el empleo, alrededor de 1.0% anual. El año pasado, este
segmento del empleo creció 4.3% y se espera que en este año su avance se modere
a solo 2.9%. Aun así, su ritmo será superior al 1.1% previsto para el PIB
nacional.
Mientras el empleo modera su ritmo, la
generación de nuevos empleos hace lo propio, como es de esperarse. En efecto, en
enero se crearon 722 mil nuevos puestos de trabajo anuales en el sector privado
(entre febrero de 2022 y enero de 2023), moderándose con respecto a su máximo
relativo de más de un millón de puestos observado en febrero del año pasado. Ante
la debilidad del crecimiento de la economía, en este año se estarían generando
solo 470 mil nuevos empleos en este segmento, estimándose casi 874 mil puestos
para 2024.
Sector industrial creció 3.3% en 2022
Durante 2022, el sector industrial reportó un
crecimiento de 3.3%, una tasa aceptable y algo mejor que las previsiones
iniciales. Considerando la caída de 9.4% de 2020 y el rebote de 5.4% de 2021,
el nivel de producción industrial de 2022 aún está por debajo de 2019, previo a
la pandemia. Inclusive, el rezago es aún mayor si se compara contra su nivel
histórico de 2018.
Por ello, es posible que este sector logre
superar por completo estos rezagos hacia el año 2024, asumiendo que en este año
solo avanzaría 0.6% y esperando un rebote de 3.5% en 2024. El entorno es
complejo para este sector.
Al interior del sector industrial, lo más
relevante ha sido el crecimiento de 5.2% de las manufacturas, segmento que pesa
56% del PIB industrial. En 2022, el nivel de producción logró su máximo
histórico, apoyado por el repunte de algunas industrias importantes como la automotriz
(9.4% en el año), así como la electrónica (16.7%).
En conjunto, ambas industrias representan 28%
del PIB manufacturero. Por su parte, la industria alimentaria, que pesa 21% del
PIB manufacturero y es la más importante, creció solamente 1.7% en 2022. En
contraste con el buen desempeño manufacturero, los demás subsectores enfrentan
rezagos aún importantes.
Por su importancia, destaca la construcción,
que creció solamente 0.4% en 2022 y su actual nivel está 15% por debajo de su
máximo histórico de 2016. Su recuperación total podría demandar alrededor de
cinco años adicionales, hacia el año 2027. Los rezagos de la minería y de la
industria eléctrica son mayores a 20% y sus expectativas no son favorables.
Expectativas económicas del sector privado
Según la encuesta de Citibanamex, los
analistas del sector financiero esperan que la inflación de este año podría
cerrar en 5.13%, ligeramente más alto que el 4.98% estimado hace un mes. Con
los resultados de enero (7.91% anual), es probable que estas estimaciones se
modifiquen al alza en la siguiente encuesta.
El mercado espera que la inflación descienda
durante 2024, hasta 4.06%, con rangos que van desde 3.30% (el más optimista)
hasta 6.60% (el más pesimista). Por su parte, el mercado estima que la tasa de
política monetaria cerrará este año alrededor de 10.50%, mismo que debe ser
revisado al alza ante la decisión del Banco de México, de subir su tasa en 50
puntos base, en lugar de los 25 puntos estimados.
Finalmente, los analistas estiman que la
economía mexicana crecerá 1.0% en este año, esperando un rebote para 2024, a
1.9%.
MERCADOS FINANCIEROS:
Banco de México eleva su tasa de referencia en 50 pb
La totalidad de los analistas, los 33 encuestados por
Citibanamex, esperaban que el Banco de México incrementara en 25 puntos base la
tasa de referencia en su Junta de Gobierno del 9 de febrero.
Banxico sorprendió a los mercados y optó por mantener su
postura más restrictiva, aumentando su tasa en 50 puntos base. De esta manera,
en este momento, la tasa de referencia ya se ubica en 11.00%, su nivel más alto
desde principios de 2001. Varios hechos se destacan a partir de esta decisión:
Primero, Banxico se desmarca de la trayectoria de la Reserva
Federal de Estados Unidos, ya que ellos aumentaron la suya en solo 25 puntos
base el 1° de febrero, hasta 4.75%. Contra todo pronóstico, estamos ante un
desacoplamiento inverso entre Banxico y la Fed, al menos por esta vez.
Segundo, todos los miembros de la Junta votaron por este
incremento de 50 puntos base, aunque en el comunicado del Instituto se señala
que el siguiente incremento sería menor, un supuesto de 25 puntos. Esto último,
dada la postura monetaria más restrictiva de la Fed y en función de los datos
inflacionarios que estarán vigentes hacia la siguiente Junta del 30 de marzo.
Para ese entonces, ya se sabrá la inflación de febrero y la primera quincena de
marzo.
Tercero, con este incremento, el spread entre la Tasa
Banxico (11.00%) y la Fed (4.75%) se amplía a 625 puntos base, el más alto
desde principios de 2009. Este mayor spread está generando una nueva
apreciación del peso mexicano, ubicándose la cotización en 18.76 pesos por
dólar. Si algo inusual no ocurre, seguirá un peso estable en los siguientes
meses.
Cuarto, sin duda, el factor de mayor peso para que Banxico
decidiera subir su tasa en 50 puntos base fue la inflación de enero, que
resultó en 7.91% anual, por arriba del 7.82% de diciembre. Banxico declaró su
sorpresa, especialmente en su segmento subyacente, que se elevó hasta 8.45%
anual, siendo este uno de los riesgos que podrían dificultar el futuro descenso
de la inflación general.
Quinto, las condiciones para la postura monetaria de la Fed
y Banxico son marcadamente diferentes.
Por un lado, la inflación de Estados Unidos descendió desde
9.1% anual en junio de 2022 hasta 6.30% estimado en enero, un descenso de casi
tres puntos y con una trayectoria definida.
En cambio, la inflación local observa aún cierta
resistencia, ya que apenas ha bajado desde 8.7% anual en septiembre hasta 7.9%
en enero, una caída menor a un punto. El reto para el Banco de México es de
grandes dimensiones.
Así las cosas, lo que viene es más complicado para México.
Ante una inflación aún muy elevada, Banxico tendrá que seguir subiendo su tasa
de referencia, posiblemente a 11.25% en marzo y hasta 11.50% en mayo (su tasa
terminal), manteniéndose en este nivel hasta el cuarto trimestre.
Banxico tendrá que seguir siendo agresivo, a no ser que la
inflación sorprenda positivamente en febrero y marzo. Se revisa levemente la expectativa
de la tasa Banxico, misma que podría cerrar este año en 10.75%, desde el previo
de 10.50%. Si la inflación baja hasta alrededor de 5.0% en 2024, la tasa
Banxico bajaría a 6.75%
La inflación sigue siendo un problema serio para México. En
enero se ubicó en 7.91% anual, ligeramente por encima de las previsiones del
mercado y superando al 7.82% de diciembre. Lo que estamos viendo es una
resistencia de la inflación, afectada por las alzas en el segmento subyacente,
que se elevó hasta 8.45% anual, mientras que la no subyacente se mantuvo en
6.32%.
Aunque la inflación y las tasas de interés se han mantenido
elevadas, el mercado interno aún ha mostrado un buen desempeño. El consumo
privado ha seguido creciendo, favorecido por la generación de empleos, el
incremento de los salarios reales y un ritmo aceptable del crédito al consumo.
Por su parte, las ventas al menudeo aún crecen a tasas
considerables, mientras que las ventas de vehículos reportan una buena
recuperación. La política monetaria local está siendo activa, en un intento por
empujar la inflación a la baja. Mientras tanto, ante una inflación aún elevada,
el gobierno podría proponer medidas adicionales para mantener la inflación bajo
control o a la baja. Se mantiene la expectativa de que la inflación cierre este
año alrededor de 5.0%, lo que sería una buena noticia, esperándose que en 2024
se ubique en 3.9%.
En Estados Unidos, la inflación desciende de manera más
decidida. Se ubica ahora en 6.3% anual (estimado de enero) y cerraría este año
por debajo de 5%. Aunque de forma más moderada, la inflación de otros países
observa una tendencia a la baja, con pocos países que aún reportan alzas en sus
niveles de inflación. Esto podría favorecer una postura monetaria menos
restrictiva por parte de los bancos centrales.
Todo esto, en condiciones en que la economía mundial
observará en este año una fuerte desaceleración, inducida por las altas tasas
de interés. La buena noticia es que las cadenas de suministro se van
normalizando gradualmente.