Querétaro, 17 de enero del 2023.- Con el relajamiento de las
medidas de viaje en la mayor parte del mundo y la reactivación del movimiento
aéreo de pasajeros tras el COVID-19, los fabricantes de aeronaves han
encontrado problemas para reanudar su producción a niveles pre-pandemia, aún más
que sectores como el automotriz.
Enfrentando críticas por atrasos en entregas de aviones en
2022, Boeing y Airbus se han puesto metas muy ambiciosas en producción. Airbus
tiene como objetivo la producción de 65 jets de cuerpo estrecho por mes para
2024 y 75 para el 2025, lo que necesitará un movimiento e inversiones de toda
la cadena de valor desde ya.
Para ayudar a combatir la demanda y los cuellos de botella,
Airbus ha empleado a más de 100 especialistas de procuramiento para enviarlos a
trabajar con sus proveedores indirectos. Estos perfiles tienen la misión de
ayudarles a conseguir la capacidad de producción y calidad que el fabricante
necesita para acelerar la producción, dijo un vocero de la compañía en un
evento en Dublín.
Boeing también ha enviado a algunos de sus empleados a
trabajar con proveedores para estabilizar la cadena de suministro, una acción
clave para ayudar a acelerar la producción y conseguir sus entregas a clientes.
En 2020, nadie pedía aeronaves nuevas, ahora hay un exceso
de pedidos a los dos principales fabricantes, y añadiendo a esas
complicaciones, las cadenas de proveedores de cada país, incluido México,
tenían expectativas distintas del mercado y su recuperación, lo que elevó el
problema y les obligo a tomar este tipo de estrategias de desarrollo de
proveeduría.