CDMX, 29 de
diciembre de 2022.- En medio de una economía que crecería 3.0% o un poco más en
este año, además de que la inflación cerrará en cerca de 8%, la inversión
física está manteniendo a lo largo de este año un avance aceptable, con una
tasa observada de 4.2% anual en septiembre. Esto también se está dando en
condiciones en que la inversión extranjera directa estaría superando los 35 mil
millones de dólares en este año, una cifra significativa que se da en un entorno
mundial de elevada inflación y altas tasas de interés. Es decir, la inversión
física local y extranjera se da en un ambiente sumamente complejo, como no se había
visto en muchos años.
Al interior de la
inversión, sin embargo, contrastan dos hechos. Primero, el gran repunte que sigue
observando la inversión en maquinaria y equipo (pesa 42% de la inversión total
vs 34% hace dos décadas), con 15.9% anual, especialmente su componente
importado. Este segmento seguirá creciendo, en línea con la entrada de
inversión extranjera directa y favorecida también por la estabilidad cambiaria.
Al parecer, estamos viendo los efectos del proceso de nearshoring que está experimentando México a partir de la crisis pandémica
y sus secuelas posteriores.
Segundo, la inversión
en obras de construcción (pesa 58% de la inversión total) observa caídas por
quinto mes consecutivo, con -5.2% anual en septiembre y siendo generalizada esta
caída (segmento residencial y no residencial). En general, la construcción es uno
de los segmentos de la economía que más se está rezagando para salir de la
crisis de 2020. Así las cosas, la inversión total crecería alrededor de 5.2% en
este año, una cifra aceptable y que superaría al 3.0% estimado para el PIB. Sin
embargo, y a pesar de esto, la inversión aún presenta un fuerte rezago con relación
a su máximo relativo de 2016, al ubicarse su nivel casi 10% aún por debajo de esa
fecha.
Sector industrial
inicia su proceso de moderación
En el tercer
trimestre, la economía mexicana creció 4.3% anual y seguramente veremos en el
cuarto trimestre una tasa aún elevada. Además, es posible que la inercia se
extienda parcialmente hacia el primer trimestre del próximo año. En el caso del
sector industrial, tras crecer 3.6% anual en el tercer trimestre del año, en
octubre ha empezado a moderarse, con 3.3%. Aunque la moderación es aún marginal,
al parecer veremos tasas un poco más bajas para noviembre y diciembre. De esta manera,
este sector crecería 3.0% en 2022, idéntico al PIB nacional.
A 32 meses del
inicio de la crisis pandémica, el nivel de producción industrial del país aún
no ha superado dicha crisis. En este momento se ubica 0.8% aún por debajo de
febrero de 2020, aunque reporta un comportamiento marcadamente diferenciado en sus
cuatro segmentos. La industria eléctrica está 20% por debajo de ese entonces y sin
mostrar señal alguna de salir de la crisis, pese a que en los meses recientes ha
observado tasas elevadas.
La construcción y
la minería están 6.7% y 3.7% por debajo, en cada caso. Por la relevancia de la construcción,
su estancamiento afecta a otras industrias que dependen de ella. En esta coyuntura,
la construcción cayó 0.9% anual en octubre, ligando cinco meses consecutivos a la
baja.
En cambio, las manufacturas,
están 5.0% por encima de la prepandemia y es uno de los sectores que más rápidamente
ha dejado atrás la crisis. En octubre creció 5.7% anual, acumulando en lo que va
del año 5.6%. Este sector crecería 5.2% en este año, aunque se moderaría
significativamente en 2023, posiblemente a solo 0.3%. Hay que recordar que las manufacturas
representan alrededor de 60% del PIB industrial.