El año pasado se publicó el Plan Global para la Década de Acción para la Seguridad Vial 2021- 2030, que establece las medidas que los gobiernos deben tomar para lograr una reducción del 50% en las muertes y lesiones viales para 2030. El Plan Global destaca el papel esencial de la sociedad civil para lograr este ambicioso objetivo. Las ONGs desempeñan un papel fundamental en la promoción, la incidencia y el logro de la adopción de medidas probadas hacia el objetivo de 2030. En los últimos meses, la incidencia de las ONGs ha contribuido a importantes logros legislativos en México y Colombia y al desarrollo de estrategias nacionales de seguridad vial con objetivos agresivos de reducción de fatalidades y lesiones en Ecuador y Colombia.
El Capítulo de América Latina será una plataforma de apoyo para fortalecer y unir a las ONGs de la región que trabajan en seguridad vial, movilidad y con las víctimas de siniestros viales; reconociendo las sinergías entre países y aprovechando la fuerza y la experiencia conjunta de las ONGs para obtener logros de incidencia más sólidos y de mayor alcance. Juntos harán que sus gobiernos rindan cuentas por sus compromisos globales, regionales y nacionales, incluida la meta de 2030, y mantendrán la seguridad vial en la agenda hasta que cada persona en América Latina tenga garantizado, a través del compromiso y la acción, su derecho a una movilidad segura.
Las acciones probadas que pueden prevenir las muertes y lesiones en la carretera son conocidas. Ahora, los gobiernos deben priorizarlas e implementarlas. Las ONGs que forman parte de la Alianza han redactado un llamado a la acción para los tomadores de decisiones en América Latina, teniendo en cuenta el contexto específico y los desafíos dentro de la región, mismo que llama a los gobiernos de América Latina a:
1. Garantizar el derecho a la movilidad segura mediante la elaboración y aplicación de leyes o cambios constitucionales que trasciendan los mandatos gubernamentales y las prioridades coyunturales.
2. Implementar acciones basadas en evidencia, con especial atención a:
1. control de la velocidad, que es el principal factor que agrava todos los demás
factores de riesgo.
2. La seguridad de los usuarios de vehículos motorizados de dos ruedas mediante
la mejora de los estándares de los vehículos y las licencias de conducir, el
fortalecimiento de la atención posterior a los siniestros y sus investigaciones.
3. Sistemas integrales de apoyo a las víctimas de siniestros viales y sus familias.
4. Legislación y cumplimiento más estrictos para la concentración de alcohol en
sangre (BAC) y el uso de dispositivos portátiles mientras se conduce.
El lanzamiento del Capítulo de América Latina se ha logrado gracias al patrocinio del Grupo Michelin, con el apoyo de las oficinas de Michelin en diferentes países de la región. Está coordinado por el Secretariado de la Alianza con la orientación estratégica de un comité asesor de ONGs miembros de la región.
Lotte Brondum, directora ejecutiva de la Alianza, dijo: 'Bajo el paraguas de la Alianza, el Capítulo de América Latina es un movimiento de base, guiado por los miembros para fortalecer la voz de las ONGs en la región. Agradecemos a Michelin su generoso apoyo, que ha permitido poner en marcha el Capítulo, para que la voz y el poder de las ONGs se amplíen en la región. No hay ninguna razón por la que todos los países de América Latina no puedan reducir a la mitad las muertes en las carreteras para el año 2030: sabemos qué acciones probadas son necesarias. Sólo tenemos 3.044 días hasta la fecha objetivo de 2030 para reducir las muertes y lesiones en las vías. No hay tiempo que perder'.