Chihuahua, México, 29 de noviembre de 2022.- A
casi cuatro décadas de haber sido inaugurada, Ford de México celebra el 39°
aniversario del arranque de operaciones de la primera planta de motores de lo
que hoy es el complejo industrial de Ford Chihuahua conformado por tres
instalaciones, que actualmente producen motores de gasolina y diésel,
estableciendo los más altos estándares de calidad en producción de México y que
se exportan a países como Estados Unidos, Argentina, Sudáfrica, Alemania y
Rumania para modelos como Lincoln Corsair, Maverick, Bronco Sport, Focus, entre
otros.
Fue en los años ochenta, con la introducción de los modelos
Tempo y Topaz en el catálogo de Ford, ambos equipados con un motor de cuatro
cilindros llamado PENTA, que se tuvo la necesidad de establecer una planta de
motores que, junto con la planta de Lima, Ohio, pudiera ayudar a satisfacer la
gran demanda global de dichos modelos.
Para el equipo directivo de Ford en Michigan, la decisión de
seleccionar a un país para construir una nueva planta de motores no fue fácil
ni inmediata y 1980 fue un año clave en el que se llevaron a cabo las
discusiones necesarias para que, ese mismo año, se diera a conocer la decisión
de que México sería el indicado para albergar la nueva planta de motores de la
compañía y que significaría un avance muy relevante a nivel industrial, laboral
y productivo para la industria automotriz nacional.
Con una inversión aproximada de 400
millones de dólares, cantidad materializada para producir 400,000 motores
al año y después de considerar ciudades como: Querétaro, Torreón, Guadalajara y
Ciudad Juárez, fue Chihuahua, que, gracias a la calidad de su gente y a la
cercanía con la frontera estadunidense, fue la ciudad elegida para albergar la
primera planta de motores de Ford en México, que fue la precursora del
complejo industrial de Ford Chihuahua que es actualmente una de las
instalaciones más competitivas de la corporación a nivel global.
“Para el proyecto de esta primera planta de motores, la
empresa adoptó un sistema muy interesante, que era asignar cada puesto a dos
personas: a un ingeniero mexicano y a un ingeniero americano, con el objeto de
que el ingeniero mexicano se entrenara y aprendiera también”, mencionó
Aureliano Lugo, gerente de Ford Chihuahua. “Para nosotros fue muy
satisfactorio el haber podido seleccionar y contratar a cerca de cuarenta
muchachos recién egresados del Tecnológico Regional de Chihuahua, que nos
llevamos a Dearborn a capacitar. Y resultaron verdaderamente excelentes,”
agregó.
Con una producción acumulada de 13,480,981 motores
hoy a casi cuatro décadas de distancia, la planta de motores de Chihuahua ha
representado un gran orgullo la familia de Ford de México que, desde la
producción del primer motor de cuatro cilindros, para convertirse
posteriormente en la primera de cinco plantas a nivel mundial en fabricar el motor
DURATEC I4, es hoy un símbolo de eficiencia, productividad, alta calidad de
procesos y excelencia en su mano de obra de México para el mundo.