En el panel “Camino a una electromovilidad segura e interoperable en México”, los líderes compartieron sus opiniones sobre la electromovilidad, no solo como un reto sino como un mercado de oportunidades para la economía mexicana. Alejandro Saniger dijo que la electromovilidad llega al mercado como una respuesta para reducir la huella de carbono, por lo que las OEM invertirán cada vez más en innovaciones de este tipo. México debe de homologarse para no quedarse atrás y aprovechar los beneficios de proveer a marcas cuya misión es clara, producir y vender más autos eléctricos.
Juan Carlos Rivera comentó que los estándares de electromovilidad son un reto para el mercado mexicano, a pesar de este uno de los mayores productores de automóviles y el tercer mayor productor de autopartes a nivel mundial, debe trabajar en un diálogo constante con gobierno para garantizar la seguridad económica y normalizar estándares de calidad en la producción de vehículos o piezas para autos eléctricos.
Alberto de Icaza dijo que la producción de autos eléctricos y su consumo ha aumentado en Europa y Asia, por lo que ambos continentes tienen un plan feroz para que todo su mercado sea eléctrico a partir del 2035 y lograr una electrificación mundial en 2050. Mientras que Omar Martínez explicó que México, como séptimo productor de vehículos ligeros, tiene que mantenerse vigente, atractivo y competitivo para que las OEM sigan moviendo la producción al país.
René Chávez Valeriano dijo que México está trabajando en marcos regulatorios que motiven los negocios, también buscan que existen energía renovable y limpia para la producción de vehículos eléctricos y los puntos de recarga necesarios para la autonomía de la electromovilidad. Por su parte Luis Iván Hernández Becerril dijo que las regulaciones generan estándares que permiten mejorar la infraestructura e impulsar la electromovilidad, así como determinar áreas de oportunidad para la proveeduría nacional en la producción de centros de recarga.