Al respecto, Karen Harris, directora general del Grupo de Macrotendencias (MTG) de Bain & Company y socia de la oficina de Nueva York que lideró esta investigación, mencionó: “Nos encontramos en un periodo en el que tres grandes épocas de crisis están ‘comprimiendo’ simultáneamente al mundo: el primero es el caos en la cadena de suministro, similar a lo que sucedió en los años 40; también el auge del sistema financiero apalancado, como en la década de los 2000; y finalmente, el shock en los productos básicos, como se vivió en la década de 1970; estas tres variables, aunadas al impacto de la pandemia, generan que la Gran Transformación se acelere y comprima”.
De igual forma, a partir de la investigación realizada, Bain & Company esbozó cuatro escenarios bajo los cuales las empresas deberán prepararse:
• Aterrizaje perfecto: Los bancos centrales suben los tipos de interés para frenar una espiral inflacionista mientras se resuelven las presiones a corto plazo, a la vez que la demanda sigue siendo lo suficientemente sólida como para evitar una recesión significativa. Las expectativas de inflación están ancladas por encima de los niveles prepandémicos debido a las presiones seculares, pero se mantienen dentro de un rango aceptable del objetivo del 2%.
• Fatiga por inflación: Se produce una recesión suave sin subidas bruscas de los tipos de interés federales, impulsada por el cansancio de los consumidores. La recesión dura unos 2-3 trimestres con una caída moderada (aunque puede que ya esté ocurriendo en regiones como Europa y EE. UU.).
• Corrección del mercado: Los bancos centrales endurecen los tipos hasta inducir una crisis financiera. Los valores del mercado se ven muy impactados, afectando desproporcionadamente a las rentas más altas. De igual forma, la fiebre por la calidad del dólar provoca crisis de deuda en los mercados emergentes sobreexpuestos.
• El estancamiento: La disminución de la confianza de los consumidores y del poder adquisitivo empuja a la economía a la recesión. La demora en los tipos de interés y/o el contagio sostenido de la crisis ucraniana y los cierres en China alojan la espiral de los valores en los salarios. Adicionalmente, si los salarios continúan retrasados, las rentas moderadas se verán afectadas de forma desproporcionada.
• Predicción: la capacidad de anticiparse a los cambios con antelación.
• Adaptabilidad: la flexibilidad para corregir el rumbo a medida que cambia el entorno.
• Resiliencia, que es la capacidad de sobrevivir y recuperarse de las crisis repentinas.
El informe concluye que, aunque hoy se habla mucho de la predicción -analizando tendencias y desarrollando escenarios- y hay una cantidad creciente de energía en torno a la adaptabilidad, especialmente a medida que las prácticas ágiles se convierten en la corriente principal, pero a menudo el ingrediente que les falta a los líderes empresariales cuando piensan en prosperar en entornos inciertos y turbulentos es la resiliencia.