CDMX, 25 de agosto del 2023.- ¡El litio es nuestro!
Esta es una expresión que identifica a las naciones de América Latina que han
decidido tomar la oportunidad de hacer suyo el codiciado petróleo blanco, el
litio, un elemento que, si bien ha sido explotado desde hace décadas, apenas
acentúa su uso con el crecimiento de la electrificación en la movilidad de
vehículos de pasajeros y transporte, e incluso en un futuro, de aeronaves.
Esta tendencia también se replica entre países de la región que
comparten gobiernos que se consideran “de izquierda” y hacen necesario discutir
una estrategia regional para la extracción y aprovechamiento del litio. En
especial, Argentina, Chile y Bolivia, han formado lo que algunos llaman “el triángulo
del litio” una zona donde la sintonía política está provocando un diálogo enfocado
en el aprendizaje compartido para un crecimiento en la producción del mineral;
a este triángulo busca sumarse México, como un enclave idóneo en Norteamérica,
donde la producción de vehículos eléctricos está comenzando a despegar con
grandes expectativas hacia la década de 2030.
El medio Diálogo Chino informó que “durante la última Cumbre
de las Américas realizada en Estados Unidos, el presidente argentino Alberto
Fernández y su par chileno Gabriel Boric lanzaron el 'Grupo de Trabajo
Binacional de Litio y Salares', que ya celebró su primer encuentro con
autoridades de ambos países. Además, Argentina viene llevando adelante un
diálogo con la empresa estatal de litio de Bolivia, Yacimientos de Litio
Bolivianos (YLB), al tiempo que México, en una etapa de desarrollo sectorial
más incipiente, mantiene una línea de comunicación con Bolivia”. Los países
del llamado 'triángulo del litio', Argentina, Bolivia y Chile,
representan alrededor del 65% de las reservas mundiales de litio.
El gobierno federal ya ha dado pasos para nacionalizar el
litio (o mejor dicho nacionalizar la industria del mismo) y mantener el control
de los depósitos de este mineral, concentrados sobre todo en el norte del país. En
abril pasado, Cluster Industrial reportó que:
El mercado del litio, tan solo en baterías, podría valer
22.8 mil millones de dólares para 2030. Según el Servicio Geológico de los
Estados Unidos, México tiene reservas comprobadas por 1.7 millones de toneladas
de litio tan solo en el estado de Sonora, aunque empresas como la inglesa
Bacanora Lithium, que ya se encuentra explotando yacimientos en el país,
aseguran que las reservas podrían alcanzar hasta 4.3 millones de
toneladas. Esto pone a México en el noveno lugar mundial del mundo en
reservas del mineral, cuyo primer lugar es ocupado por Bolivia con más de 21
millones de toneladas de reservas.
Se estima que en los próximos siete años México produzca al
menos una docena de vehículos eléctricos e híbridos que usen este mineral en
sus baterías, y en promedio, un vehículo eléctrico podría usar entre 8-11
kilogramos de litio, además de otros minerales como níquel, manganeso o cobalto.
Lo que significa que México tiene el potencial para producir entre 200
y 800 millones de baterías para vehículos en sus reservas.
La electrificación de la industria automotriz ya es una
realidad en México; tan solo desde 2017, más de 330 mil vehículos eléctricos
e híbridos han sido producidos en el país, y más de 108 mil de ellos han
sido totalmente eléctricos.
En concreto y de acuerdo con información de la INA, para
2029 se espera que al menos 9 plantas armadoras estén produciendo más de 700
mil vehículos eléctricos al año en nuestro país, 18.5% de la producción de
EVs en Norteamérica y 18% de la producción nacional, un aumento de 1,098%
contra la producción de este tipo de autos durante el año 2021. Esto significa
que, de usar litio meramente sustraído y procesado en yacimientos nacionales, se
consumiría un aproximado de 5,600 toneladas anuales de litio para finales de la
década, una producción muy alcanzable si se trabaja rápido en una
estrategia nacional para su aprovechamiento.
Este crecimiento exponencial representa una enorme
oportunidad para las empresas de autopartes mexicanas, no solo para aportar a
la producción nacional, sino para proveer a nuestro principal destino de
exportación de partes, Estados Unidos. Actualmente, estados como Guanajuato,
Nuevo León, Coahuila y Querétaro cuentan con ejemplos notables de empresas Tier
que ya están suministrando de componentes a ensambladoras de autos eléctricos,
y el objetivo nacional es atraer proyectos y nuevas inversiones que capitalicen
estas oportunidades de inmediato.
Los principales clústeres automotrices del país, como CLAUT,
CLAUGTO, CLAUTEDOMEX y el Clúster Automotriz de Querétaro han
hecho gran énfasis en la colaboración de todos los sectores para impulsar la adopción
de la electrificación, no solo a nivel de la cadena de suministro, sino ante la
sociedad y las autoridades de todos los niveles de gobierno, en estos esfuerzos
también la INA y la AMIA se han vuelto vocales en cuanto a la urgencia
de responder ágilmente a estas oportunidades.
Quizás la joya de la corona en estas oportunidades, y
también el gran talón de Aquiles actual en el aprovechamiento del litio
nacional en la electrificación de vehículos es que México no cuenta aún con
plantas fabricantes de baterías o celdas de baterías para EVs.
CATL, el mayor fabricante de baterías para vehículos en
el mundo, podría ser la primera empresa de este tipo en asentarse en México. Desde
febrero pasado, ejecutivos de la compañía china han visitado varios estados del
país para buscar colocar una inversión que podría elevarse a los miles de
millones de dólares. De instalar su gigantesca inversión en México, CATL se
ahorraría costosos impuestos de importación y ayudaría a aumentar el contenido
regional en la fabricación de vehículos eléctricos, impulsando a las
armadoras nacionales a hacer posible la manufactura de nuevos modelos
electrificados. CATL busca proveer a Tesla desde México, así como a
Daimler Truck, BMW y Stellantis, otros de sus clientes instalados en
la región y con planes de electrificación a futuro.
En marzo pasado, Daniel Romo, líder de Inteligencia de
Negocios de la plataforma Directorio
Automotriz, mencionó a Cluster Industrial: Por costos y
disponibilidad de mano de obra sí es factible que CATL se instale en México, de
hecho, el primer destino de las negociaciones es México. De entrada, fabricar
la batería de los EV sería un paso muy grande para aumentar el valor de
contenido regional en los vehículos producidos en México.
Para finalizar, te invitamos a conocer más a fondo a la
marca de autos que más vehículos eléctricos vende actualmente en México, y
también la que más está creciendo su producción de los mismos en el país, se
trata de JAC MÉXICO. No te pierdas el episodio de nuestro podcast “Tu
enlace en la industria” donde platicamos con su director general, Isidoro Massri,
de cómo la marca ha democratizado la electromovilidad en el país. Reprodúcelo a
continuación y suscríbete a nuestro canal de YouTube. ¡Hasta la
próxima!