Este esquema de financiamiento es resultado del trabajo conjunto entre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Nacional Financiera, la Secretaría de Economía y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y busca atraer mayor inversión privada para fomentar el bienestar de las familias mexicanas, especialmente las que viven en el sur-sureste.
México es uno de los países con mayor atractivo para la reubicación de empresas por diversas ventajas competitivas, como la ubicación geográfica, los diversos tratados de libre comercio con los que cuenta y su capital humano.
En un estudio del BID se estima que la ganancia potencial en el corto y mediano plazo de nuestro país por la reubicación de empresas es de 35 mil millones de dólares, equivalente a 2.6% del PIB, derivado de nuevas exportaciones de mercancías. De acuerdo con el Banco, México tiene el potencial más alto de la región para beneficiarse de esta coyuntura.
Estas oportunidades del nearshoring ya se están reflejando en nuestro país, ya que la demanda de espacios industriales aumentó 42% con respecto a la observada el año pasado y actualmente hay en construcción 4.7 millones de metros cuadrados, el doble de lo realizado hace un año.
Este nuevo paquete de financiamiento permitirá que más empresas lleguen a nuestro país. Los recursos del paquete de financiamiento se canalizarán a través de la Banca de Desarrollo (Nacional Financiera), con una línea de crédito inicial del BID de 200 millones de dólares, y 3 millones de recursos no rembolsables, que potenciarán los activos con los que cuenta la institución. Además, se aprovecharán también los trabajos desarrollados entre la Organización Financiera Internacional y la Secretaría de Economía en la identificación de los sectores prioritarios de la región.