CDMX, 06 de junio de 2022.- Un análisis de especialistas de la
firma especializada CIAL Dun & Bradstreet, destaca el monitor de datos de
los sectores económico y financiero, además de analizar indicadores
coyunturales de los mercados mexicanos e internacionales.
Expectativa de crecimiento para 2022 se
estabiliza; aumenta la inflación
Los analistas
privados encuestados en mayo por Banco de México (Banxico) esperan ahora que la
economía mexicana crezca 1.8% en este año, una ligera mejoría con respecto a la
encuesta previa, la cual tiene que ver con el hecho de que el PIB del primer
trimestre creció un poco más de lo esperado. El analista más pesimista espera
1.2% vs el 2.3% del más optimista. En su Informe trimestral, Banxico revisó a
la baja su estimación para el PIB de 2022, ahora a 2.2% desde el 2.4% estimado
en marzo, mientras que la SHCP sigue esperando 3.4%.
En las recientes dos
quincenas se vio un leve descenso de la inflación (a 7.58% anual) y el mercado
responde moderando un tanto las alzas previstas de la inflación para el cierre
de este año, ahora a 6.9%. Las estimaciones están en un intervalo de un mínimo
de 6.2% y un máximo de 7.9%. Banxico estima un 6.4% para este año. Aún no hay
evidencia de los posibles resultados del acuerdo de precios de principios de
mayo. Por lo pronto, el Banco Central sigue subiendo su tasa de interés y
seguramente lo intensificará en las siguientes Juntas de Gobierno.
Inversión extranjera directa en niveles no vistos desde 2013
En el primer trimestre ingresaron 19,427 millones de dólares
por inversión extranjera directa (IED), la mayor cifra desde el segundo
trimestre de 2013. En los últimos cuatro trimestres se acumuló una entrada de
casi 35 mil md por IED, una cifra importante que contradice las expectativas
que se tenían hace algunos años. Los analistas piensan que en 2022 entrarán
cerca de 31 mil md, que sería equivalente a 2.5% del PIB, estimándose que esta
proporción descienda en el resto del sexenio. Es una proporción similar a la
vigente a nivel internacional. A pesar del entorno interno complejo (economía y
sociopolítica), la IED ha seguido ingresando al país. En un año ingresaron
9,804 md al sector manufacturero, su nivel más bajo desde finales de 2012. En
cambio, a los servicios ingresaron más de 19 mil md en un año, su mayor cifra
desde principios de 2002
Nueva marca histórica para
remesas familiares
En abril, las remesas ingresadas al país ascendieron a 4,718
millones de dólares, creciendo 16.5% anual. En los últimos doce meses
ingresaron 54,162 md acumulados, marcando un máximo histórico. Aunque su ritmo
se ha moderado en los meses recientes, sigue siendo alto, repitiendo esta
categoría por séptimo año consecutivo. En este año entrarían más de 58 mil md
por este concepto, que sería equivalente a 4.3% del PIB, históricamente su
mayor proporción.
De las remesas ingresadas, 95% provienen de Estados Unidos
(casi 52 mil md en 2021), descendiendo con respecto al 96.7% de 2013. De esta
cifra, exactamente un tercio proviene del estado de California, seguido de
Texas con 16% y Minnesota con 7%. Aunque la economía de EE. UU. se está
desacelerando, inclusive con el riesgo de una recesión futura, la entrada por
remesas sigue su tendencia ascendente.
Deuda pública total creció 7.2%,
especialmente la interna
Al mes de abril, la deuda pública total ascendió exactamente
a 14 billones de pesos, su máximo histórico en valor nominal (no es muy
relevante) y aumentando 7.0% anual. Actualmente, la deuda interna (9.48
billones de pesos) representa 67.7% de la deuda total y reporta su mayor peso
desde mayo de 2015. Casi 95% de la deuda interna es a largo plazo, además de
que su calendario de vencimiento es muy holgado: 7.3 años. Asimismo, un tema
importante es que la deuda en poder de residentes es hoy elevada, con casi 83%
del total. El resto está en poder de no residentes, lo que reduce los riesgos
de un eventual ataque especulativo contra el peso mexicano.
En el último año, la deuda pública aumentó más de 943 mil
millones pesos, con un comportamiento muy diferente entre la deuda interna y
externa. En este año, la deuda pública total sería equivalente a casi 49% del
PIB, observando un descenso por segundo año consecutivo. El gobierno está
empeñado en no generar un exceso de deuda, lo que favorece a la calificación de
riesgo de México.
Indicadores de confianza y venta
de vehículos
Desde mediados del año pasado, los indicadores de confianza
en México habían logrado recuperar sus niveles de prepandemia. Desde entonces
se han mantenido prácticamente estables, en condiciones en que durante el
segundo semestre de 2021 la economía se mantuvo estancada y solo en el primer
trimestre de este año observaron una mejoría. En mayo, la confianza empresarial
se ubicó en 52.29 puntos, arriba del umbral de los 50 puntos y señalando una
postura expansionista. La confianza del consumidor está en 44.20 puntos.
Por otro lado, en mayo se vendieron 91,215 vehículos al menudeo,
creciendo 5.2% anual y siendo su primera tasa positiva desde agosto de 2021.
Desde enero del año pasado, las ventas están estancadas y aún se ubican 12% por
debajo de la prepandemia. Aunque el empleo se ha recuperado, la inflación y
cierta caída de los salarios reales afectan a las ventas. En este año, las
ventas serían de 1.1 millones de vehículos (crecería solo 2.5%), muy distante
aún de su máximo histórico de 1.6 millones de 2016. Si las ventas crecieran 7%
al año de 2023 en adelante, que es bastante, este segmento solo saldría de esta
crisis hacia el año 2028, con un rezago de más de una década.
Desempleo en EE. UU. e inflación
en la Eurozona
Después que el PIB de EE. UU. creció 5.7% en 2021, el
mercado estima que lo haga en 2.8% en este año. Es una tasa aún buena que se
sigue reflejando sobre el mercado laboral, ya que el desempleo se ubicó en 3.6%
en mayo, manteniéndose por debajo de los niveles de prepandemia. Es por ello
por lo que el consumo aún se mantiene fuerte, pese a los efectos de la
inflación sobre los salarios reales y las alzas en las tasas de interés.
Impulsada por un aumento de más de 39% anual en los precios
de la energía, la inflación de la Eurozona se elevó hasta 8.1% anual en mayo,
su tasa histórica más alta. Si se excluyera la energía, su inflación sería de
4.6%. Las nuevas restricciones en los suministros desde Rusia y Ucrania (por la
guerra) están afectando a los precios de la Eurozona, lo que se da en
condiciones en que su desempleo está en 6.8% (por debajo de la prepandemia), el
PIB creció 5% anual en el primer trimestre y la tasa de interés aún se mantiene
en 0.0%.