Empleo temporal, una manera de combatir el reto de la informalidad laboral para México en este 2022

De acuerdo con datos del informe técnico de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), la informalidad laboral este año impacta a más de 31 millones de mexicanos a nivel nacional. Con tasas de informalidad que van desde un 80.7% en el estado de Oaxaca; Guerrero (78.2) y Chiapas (78); hasta los niveles más bajos, como es el caso de Coahuila con un 36%.

Esto indica que la informalidad laboral es uno de los principales retos para la actual administración y en consecuencia se deben incorporar políticas o esquemas que contribuyan al fortalecimiento del empleo formal en el país. Es importante señalar que las personas que se emplean en fuentes de empleo informales se distinguen por no contar con prestaciones como lo son el servicio médico, aguinaldo, vacaciones pagadas, etc.; lo cual los convierte en grupos laboralmente vulnerables.

Según información de la Organización Internacional del Trabajo, la crisis ocasionada por la pandemia de COVID-19 aun tiene repercusiones en el mundo laboral, ya que esa crisis acrecentó el porcentaje de informalidad a nivel global; y para hacer frente a ello consideran que los países con instituciones laborales sólidas y con una elevada formalidad de sus empleos han tenido una evidente ventaja a la hora de proteger a los trabajadores y las empresas.

Dentro de los esquemas laborales formales que se pueden utilizar para combatir la informalidad, se encuentra el uso de los empleos temporales, que la misma OIT denomina como “Aquel empleo en el cual los trabajadores son contratados sólo por un período de tiempo específico, el cual incluye los contratos de duración determinada, basados en proyectos o en tareas, así como el trabajo ocasional o estacional, incluido el trabajo por días.”

Es importante comentar que este modelo de trabajo temporal comenzó a ser llamativo hace aproximadamente tres décadas, cuando su uso de extendió en el mercado laboral de todo el mundo como una medida de flexibilización tanto para empresas como para personas que por las características o situaciones que se daban en sus lugares de vida no podían acceder a un empleo de tiempo completo.

Situación que actualmente ha cambiado un poco, debido a la dinámica del mercado y las nuevas sociedades, en donde cada vez existen más personas que buscan oportunidades de empleo que les permitan tener tiempo y espacio para realizar más actividades y eso implica encontrar trabajos por determinado tiempo o temporada del año.

Considero que la implementación de esta herramienta ayudaría de forma importante para impedir el crecimiento de la informalidad e incluso ayudar a regresar a los niveles previos a la pandemia. Ese sería el primer objetivo para el cual deberíamos trabajar en conjunto iniciativa privada y gobierno; para que una vez alcanzado esos niveles se pueda trabajar en un plan de largo plazo que reduzca el número de mexicanos y mexicanas que se encuentran en ese esquema tan dañino no solo para el sistema económico y financiero del país; sino para el bienestar general de la sociedad mexicana.

Esta regulación de las Empresas de Trabajo Temporal complementaría la reforma en materia de Subcontratación que entró en vigor en septiembre 2021 y sumaría muy bien para tener un mejor marco regulatorio en las relaciones laborales de México.

Me parece importante señalar que la informalidad laboral y la duración del desempleo son dos problemas muy importantes para un mercado laboral que quiera ser integrador a todas las personas, que quiera ayudar al bienestar de la sociedad y a la misma vez quiera ser competitivo empresarialmente. Por esto, hay que poner en marcha soluciones innovadoras, y al mismo tiempo probadas en otros mercados laborales, que ayuden a reducir la informalidad. Las Empresas de Trabajo Temporal han ayudado a reducir un gran porcentaje de informalidad en muchos mercados de Europa, Asia y América Latina.

Francisco Martínez Domene