CDMX, 16 de marzo del 2022.- Desde inicios de 2020, la
disrupción de las cadenas de suministro globales de prácticamente todos los
sectores industriales ha provocado inestabilidad, incremento de costos,
desabastos y muchos otros problemas para un mundo que lucha por superar la peor
pandemia en un siglo, y ahora, el mayor conflicto militar desde la segunda
guerra mundial, la invasión de Rusia a Ucrania.
Justo cuando la ola de la variante omicrón de COVID-19
parecía estar desapareciendo, la invasión rusa cambió el rumbo de las noticias
internacionales, pero no por eso ha desaparecido la pandemia, de hecho, ahora
China enfrenta sus peores brotes de ella desde 2020, pues la variante más contagiosa
es muy difícil de contener bajo la política de contagios-cero del país
asiático.
De acuerdo a Reuters, algunas de las medidas más duras se
han aplicado en los centros de fabricación de Shenzhen, Dongguan y Changchun,
así como en el centro financiero chino de Shanghái, que alberga el puerto de
contenedores más activo del mundo.
De acuerdo a la plataforma Refinitiv, los datos de
navegación muestran una mayor congestión de contenedores en los principales
centros de envío de China, con una cantidad de embarcaciones que esperaban
atracar en los fondeaderos exteriores del estuario del Yangtze, el delta del
río Perla, el puerto de Zhoushan y Qingdao, más del doble del promedio de marzo
de 2021.
La buena noticia en esto, visto por las oleadas de omicrón en
otros países, es que esta variante contagia tan rápido que el tiempo total de
las oleadas es mucho menor y su caída más pronunciada, por lo que en el mejor ¿o
peor? de los casos estos bloqueos logísticos podrán seguir por algunas semanas.
RUSIA Y LOS EFECTOS DE LA GUERRA EN EL SUPPLY CHAIN
EUROPEO Y GLOBAL
El impacto de la invasión de Rusia está ejemplificado
principalmente en el sector energético, pues proporciona casi el 40% del
suministro de gas natural de Europa (65% de Alemania); es el tercer mayor
exportador de petróleo del mundo y representa el 7% de todas las importaciones
de petróleo crudo y productos derivados del petróleo en los Estados Unidos. Al
dejar de importar petróleo ruso, su precio superó los 130 dólares por barril
por primera vez en 13 años, y los precios promedio de la gasolina han subido por
encima de los 5 dólares por galón.
Así lo mencionó Tinglong Dai, profesor de analíticas de
negocios en Johns Hopkins University quien también resaltó al medio The
Conversation que un dato poco conocido es que Ucrania produce el 90% del neón
de grado semiconductor utilizado en los Estados Unidos. Rusia, por otro lado,
proporciona a EE.UU. más de un tercio de su paladio, un metal raro que también
se requiere para fabricar semiconductores.
Aunque las empresas tienen suficiente inventario para
satisfacer las necesidades inmediatas y pueden encontrar proveedores
alternativos, algunas interrupciones son inevitables. Y esto llega en un
momento en que el mundo todavía sufre una grave escasez de chips, lo que ha
ralentizado la producción de automóviles y ha disparado los precios de los automóviles
nuevos y usados, dice Dai.
Por si fuera poco, los fabricantes de autos localizados en
Europa han descubierto desestimaron las posibles consecuencias que, desde el
conflicto en Crimea, podría tener el depender del suministro de autopartes de Ucrania.
Y es que una quinta parte de los arneses de la industria automotriz europea son
producidos en Ucrania, o mejor dicho, eran producidos. Todos los procesos
industriales no esenciales o relacionados con la defensa del territorio
ucraniano están suspendidos.
Los fabricantes más afectados por este cese de proveeduría
son BMW y Volkswagen, quienes ya se han visto a cerrar plantas en Alemania. Y
los arneses son fundamentales para el ensamblaje de los automóviles, sin ellos
es imposible.
¿Quieres encontrar proveeduría altamente calificada? Entra
a https://www.directorioautomotriz.com.mx/
¿Oportunidad para México?
Mientras la logística mundial y el suministro de componentes
en Asia y en Europa nos ponen entre la espada y la pared, las oportunidades
comienzan a asomarse en un horizonte incierto. A causa de lo expuesto
anteriormente, Volkswagen y Audi han transferido producción a sus plantas en
Estados Unidos y México, incluyendo la planta de Puebla, la planta de Motores
en Silao y la planta de Audi en San José Chiapa. Se presume que el incremento
en producción para dichas plantas sea de 125%.
Y aunque los brotes en China y la invasión en Ucrania
terminaran en el próximo par de meses, los efectos y la regularización de las
cadenas que sufrieron una disrupción en ambos continentes será suficiente para
propiciar una mayor cantidad de transferencia de producción a plantas en Norteamérica.
¿El punto crítico? De nuevo, será el suministro de minerales, combustibles, petróleo
y otras materias primas afectadas por estas crisis internacionales. Si las
cadenas de suministro encuentran una manera de solventarlas, estarán ante una
posición adelantada para recuperar la economía de la región de Norteamérica.
Redacción: Adrián Martínez, Cluster Industrial.