Ciudad de México, 1º marzo
de 2022.- La igualdad de género en el sector de la agricultura ha mejorado
en los últimos diez años en 18 de 19 países de América Latina. Los tres países
que más progreso registraron en esta métrica fueron Panamá, Chile y México. Así
lo reveló en su última edición el Índice Global de Seguridad Alimentaria.
De acuerdo con el estudio elaborado por Economist Impact con
el apoyo de Corteva Agriscience, la igualdad de género en el campo sigue siendo
un trabajo en curso, pues las mujeres empleadas en la agricultura en América
Latina tienen más probabilidades de seguir siendo trabajadoras asalariadas que
propietarias de tierras.
El mismo Índice reporta que al enfrentarse a tasas de
desempleo más elevadas que las de los hombres, las mujeres rurales tienen más
probabilidades de padecer inseguridad alimentaria después de la crisis
ocasionada por la pandemia.
En este contexto, desde marzo de 2020, en México se
presentaron incrementos de los precios de los alimentos y la disminución de
canales de comercialización de otros productos como textiles, aumentando aún
más la vulnerabilidad de las familias, y en especial de las mujeres, pieza
fundamental para el desarrollo comunitario.
Al respecto, Corteva
ha participado en iniciativas para promover buenas prácticas agrícolas; así
como contribuir a fortalecer las capacidades productivas y de liderazgo de
mujeres. Ejemplo de ello, fue el proyecto 'Tierras Solidarias',
realizado en conjunto con Fondo para la Paz IAP y Fondo Unido-United Way México.
El proyecto se
construyó como una estrategia de acompañamiento semipresencial, con
herramientas de comunicación para robustecer la seguridad alimentaria mediante
el fortalecimiento de capacidades productivas de mujeres indígenas en
diferentes regiones del país.
Gracias a esta
iniciativa, las mujeres de las comunidades atendidas mejoran sus oportunidades
de satisfacer sus requerimientos nutricionales; además el proyecto también
incluyó capacitaciones especiales para mujeres productoras de vainilla, con el
fin de incentivar su capacidad empresarial y emprendedora, lo que les brindará
independencia económica y contribuirá en la disminución de las brechas de
desigualdad entre hombres y mujeres al interior de las comunidades.
Queremos ser generadores de oportunidades que eduquen,
fortalezcan capacidades y empoderen a nuestras mujeres campesinas, productoras,
ganaderas, agrónomas, y todas aquellas que estén vinculadas al agro. La
educación y la capacitación son el mejor camino para eliminar los obstáculos de
la desigualdad de género y ayudarlas a cultivar campos productivos, negocios
exitosos y comunidades más fuertes, dijo Ana Claudia Cerasoli,
presidenta de Corteva Agriscience para la región Mesoandina.
A la fecha, la Compañía ha impactado de manera positiva a
las comunidades de: Campeche, Chiapas, Culiacán, Guadalajara-Tlajomulco,
Reynosa, Oaxaca, y Veracruz, beneficiando a miles de personas, empoderando y
capacitando a mujeres emprendedoras e indígenas, y apoyando en la formación
educativa y calidad de vida de niños y jóvenes.
A nivel regional, Corteva apoya a más de 8,000 mujeres
dedicadas a la agricultura en toda América Latina, capacitándolas en liderazgo,
tecnología, innovación y finanzas.
En temas de comunidades tenemos el compromiso de
empoderar a mujeres, capacitar a los jóvenes e involucrarnos con las
comunidades donde tenemos operaciones. Las nuevas generaciones requieren
innovación, financiamiento y acompañamiento de actores que podamos hacer
posible que su potencial sea explotado, por eso queremos alentar a más jóvenes
y niñas a hacer de la agricultura una profesión y un negocio productivo,
concluyó Cerasoli.
Corteva continuará impulsando espacios de discusión para
reconocer la labor de la mujer en materia de seguridad alimentaria y generando
acciones propositivas que sumen a lograr un cambio positivo en la cadena
agroalimentaria.