Washington, Estados Unidos a 21 de diciembre. Joe Biden ha declarado que a partir del 2023 los automóviles que se comercialicen en su país deberán de consumir mucho menos combustible fósil que los que circulan hoy. Esta acción por parte del presidente de Estados Unidos viene con la necesidad de acelerar la electromovilidad para México, mayor aliado automotriz de la nación del norte.
Según las nuevas reglas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) dadas a conocer este lunes, los vehículos (incluidos SUV y camionetas) deberán recorrer 88.5 kilómetros a una velocidad continua de 4 litros para 2026, o sea 64.4 kilómetros en condiciones reales de circulación. Para conseguirlo, el gobierno cuenta con la capacidad de los fabricantes de automóviles para mejorar el desempeño técnico de los motores, pero también con el aumento de las ventas de vehículos eléctricos.
“Para mediados de 2026 la EPA predice que se pueden cumplir las normas finales, con cerca de 17% de vehículos eléctricos vendidos y una adopción más amplia de la tecnología avanzada de motores de gasolina disponible en la actualidad”, dijo Joe Biden.
¿En qué situación pone esta decisión a México, país que se ha atrasado en la adopción de la electromovilidad? a pesar de que en el país se encuentran ya OEM apostando por la nueva movilidad como Ford o Nissan. También se sabe que, con el cambio, vendrán nuevas adecuaciones para algunas autopartes, y aunque la mayoría seguirán iguales, los trenes motrices tendrán que cambiar su configuración
Sumado a esto, México ha tenido una relación, aunque diplomática, controversial con respecto al Tratado México, Estados Unidos (T-MEC) en donde la regla de origen no ha sido aclarada y los aranceles aún se presentan como algo no tan accesible para México que necesita exportar más vehículos a Estados Unidos, producción que debe de recuperarse cuando termine la escasez de semiconductores.
La respuesta es que México debe de transitar a la nueva movilidad lo antes posible y los proveedores deben de adaptarse a las nuevas regulaciones del mercado, lo cual también significa innovaciones importantes en sus productos. Como sabe, el gobierno mexicano no está dando el apoyo necesario para esta transición, pero será tarea de los empresarios ser punta de lanza para el 2023 y para el 2030, fechas que serán decisivas para la electromovilidad en México.