Sonora, México, 14 de octubre del 2021.- Mucho se ha
dicho acerca del litio, el mineral blanquecino que es llamado como el nuevo
petróleo y usado en la mayoría de las baterías para vehículos eléctricos (y
baterías usadas en otros productos) y del cual México tiene grandes reservas
que están en los ojos del mercado de la minería global. Pero ¿cuál es la
magnitud de esta oportunidad para el país, sus realidades y los mitos al
respecto? En este artículo especial te lo contamos.
LOS NÚMEROS DEL LITIO EN MÉXICO
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, México
tiene reservas comprobadas por 1.7 millones de toneladas de litio tan solo en
el estado de Sonora, aunque empresas como la inglesa Bacanora Lithium, que ya
se encuentra explotando yacimientos en el país, aseguran que las reservas
podrían alcanzar hasta 4.3 millones de toneladas. Esto pone a México en
el noveno lugar mundial del mundo en reservas del mineral, cuyo primer lugar es
ocupado por Bolivia con más de 21 millones de toneladas de reservas.
Se estima que en los próximos años México produzca al menos
una docena de vehículos eléctricos e híbridos que usen este mineral en sus
baterías, y en promedio, un vehículo eléctrico podría usar hasta 8
kilogramos de litio, además de otros minerales como níquel, manganeso o cobalto.
Lo que significa que México tiene el potencial para producir entre 200 y 800
millones de baterías para vehículos en sus reservas.
REALIDADES
Más allá de las facultades que daría la nueva Reforma
Eléctrica a la CFE, uno de los puntos que destacó fue la propuesta para la creación
de una Cámara Nacional del Litio y la exploración, explotación y
comercialización exclusiva del litio por parte de México. Comparada con la
expropiación petrolera, esta iniciativa presentó como casos de éxito el de
Bolivia, que sustentó su crecimiento económico del producto interno bruto en la
nacionalización del mineral.
La realidad es que, fuera de la polémica generada por la
Reforma Eléctrica de AMLO, que actualmente es discutida por los legisladores, sí
debería existir al menos un organismo o cámara que vigile la explotación, licitaciones
y descubrimientos de litio en el país, pues la tendencia en su uso para baterías
apenas inicia y representa una oportunidad económica imperdible en un mundo que
cada vez depende menos del petróleo.
MITOS
Aunque hasta ahora los yacimientos de litio en México se han
encontrado en comunidades muy alejadas del país, en países como Perú y Bolivia
la controversia ha sido mayúscula, al encontrarse estos depósitos en lugares
sagrados y de importancia natural y cultural, lo que ha resultado en
limitaciones a la explotación y exploración de nuevos yacimientos. Sin embargo,
el 87% de la explotación del mineral proviene de la minería en lagunas saladas
de poca profundidad, cerca de las cuáles hay escasas comunidades humanas y
cuyo impacto ambiental es menor a la minería de cielo abierto.
Otro mito que se repite frecuentemente es que demás de devastación
natural, la explotación del litio nunca será suficiente para todos los automóviles
eléctricos del mundo. Como mencionamos antes, las reservas tan solo de México
podrían suministrar varias décadas de baterías de autos para todo el mundo, y
eso sin contar que la mayor parte del litio del mundo es usado en baterías
mucho más pequeñas, como las de celulares y computadoras. Además, las mismas compañías
que cuentan con licitaciones en México, como Gangfeng, buscan no solo explotar los
yacimientos, sino reciclar el litio de las baterías que ayuden a producir para así
hacer un ciclo mucho más sustentable.
En resumen, existe un enorme potencial por aprovechar en el
litio mexicano, y esta es una oportunidad que, independientemente de reformas o
empresas extranjeras, traerá beneficios económicos y ambientales al país, en la
medida en que entendamos que la transición a los vehículos eléctricos es
inevitable.