Washington, Estados Unidos, 5 de agosto de 2021.- El
futuro de la industria automotriz es eléctrico, y hecho en América. Así
lo declaró Joe Biden, Presidente de los Estados Unidos, al anunciar que este
jueves 5 de agosto firmará una orden ejecutiva que plantea una meta de alcanzar
que el 50% de los nuevos vehículos vendidos para 2030 sean vehículos de cero
emisiones.
La orden incluye nuevas acciones destinadas a promover estos
objetivos y aumentar el impacto de las inversiones propuestas en el plan Build
Back Better, posicionando a Estados Unidos para impulsar el futuro de los
vehículos eléctricos, superar a China en este sector y abordar la crisis
climática.
La meta involucra a todos los tipos de los vehículos eléctricos
de batería, eléctricos híbridos enchufables o eléctricos con celdas de
combustible. La orden ejecutiva también inicia el desarrollo de estándares
de emisiones y eficiencia de combustible a largo plazo para ahorrar dinero a
los consumidores, reducir la contaminación, impulsar la salud pública y
promover la justicia ambiental.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de
Transporte de EE. UU. (USDOT) anunciarán cómo están promoviendo estándares
inteligentes de eficiencia de combustible y emisiones que generarían
alrededor de $140 mil millones de dólares en beneficios netos durante la vida
del programa, ahorrarían alrededor de 200 mil millones de galones de gasolina
y reducirían alrededor de dos mil millones de toneladas métricas de la
contaminación por carbono. Para el consumidor promedio, esto significa
beneficios netos de hasta $900 dólares durante la vida útil del vehículo en
ahorro de combustible.
Hoy en día, la participación de mercado de los vehículos
eléctricos en los Estados Unidos es solo un tercio de la del mercado de
vehículos eléctricos de China. Por ello, Biden ya ha anunciado pasos e inversiones
para liderar la fabricación, la infraestructura y la innovación de vehículos
eléctricos, como la instalación de la primera red nacional de estaciones de
carga, ofrecer incentivos al consumidor en el punto de venta, dar financiamiento
para remodelar y expandir toda la cadena de suministro automotriz e innovar en
la próxima generación de tecnologías limpias.
LOS OEM Y LA CADENA DE SUMINISTRO EN MÉXICO
Aunque la orden ejecutiva de Biden establece un nuevo
objetivo que parece ambicioso, este es respaldado por los fabricantes de automóviles
en nuestro país vecino. Los anuncios de compañías como Ford o General Motors,
que representan a casi todo el mercado automotriz de Estados Unidos, recalcan
que están alineados en torno al objetivo de alcanzar de 40 a 50 por ciento
de participación en las ventas de vehículos eléctricos para el 2030.
En México, importantes inversiones están tomando lugar para
hacer posible alcanzar dicha meta. La mega inversión de mil millones de
dólares de GM para remodelar su complejo de manufactura en Ramos Arizpe para
producir componentes y vehículos eléctricos es una muestra, otra es la apuesta
de Ford para fabricar en Cuautitlán el Mustang Mach-e, que ha tenido excelentes
resultados. También abundan los rumores de plantas de vehículos eléctricos de
marcas chinas o incluso de Tesla, plantas de celdas de combustible o de baterías
que podrían instalarse sobre todo en el norte del país y en la región Bajío.
Sin duda, el plan de Biden para electrificar a la unión
americana terminará electrificando a México también, siendo nuestro país su principal
socio de la cadena de suministro automotriz, por lo que podemos esperar que
nuevos modelos híbridos o electrificados sean producidos en territorio mexicano
en los próximos años así como inversiones de proveedores necesarios para fabricarlos.