Dresden, Alemania, 8 de junio de 2021.- BOSCH, uno de los
proveedores automotrices más grandes del mundo, abrió una planta con un costo
de 1.2 mil millones de dólares en Dresden, Alemania, en un hub dedicado a la
fabricación de semiconductores.
La nueva planta dedicada a la fabricación de estos componentes
fue una apuesta por equipar los modelos más recientes y futuros de autos
eléctricos y autónomos, pero ahora será una gran arma para enfrentar el
desabasto global de algunos de estos componentes en el sector automotriz.
Con esta ubicación, Bosch amplia su capacidad para proveer
directamente a las OEM alrededor del mundo de estos importantes componentes, y
depender menos en la proveeduría de otras partes del mundo, principalmente Asia.
El miembro de la junta directiva de Bosch, Harald Kroeger, afirmó a Reuters que
cada chip que se haga en Dresden será un chip menos que hará falta.
La planta de Bosch fabricará chips especializados de gestión
de energía y circuitos integrados específicos de aplicación (ASIC) que están
diseñados para realizar una sola tarea, como activar el sistema de frenado
automático de un automóvil.
Sin embargo, según Reuters, no abordará la escasez de
productos como microcontroladores que han obligado a los fabricantes de
automóviles a detener la producción y los líderes de la industria y los
analistas esperan que se extienda hasta el próximo año.
Especialistas afirmaron a la agencia de noticias que la
planta aliviará algunas de las necesidades de clientes de Bosch pero no podrá detener
el desabasto del mercado internacional por completo. La planta recibió un apoyo
de 243 millones de dólares para su apertura, por parte de la Unión Europea.