Sin embargo, se observó que, en relación con el año anterior, la CFE mejoró su situación, ya que en 2020 la pérdida neta reportada en el primer trimestre ascendió a 121,799 millones de pesos. Además la empresa tuvo un incremento de 22%, equivalente a 27,576 millones. Dicho incremento obedece a un aumento en los ingresos por venta de combustibles a terceros, como resultado de la contingencia antes mencionada.
Hay que destacar que, a pesar del incremento en el precio del gas natural durante el periodo de la tormenta sobre Texas, al término del primer trimestre del 2021 se generó un EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) de 9,967 millones de pesos.
Mientras que el Estado de Situación Financiera registró un crecimiento de 2.1% respecto al cierre de 2020, al ubicarse en 2 billones 205,898 millones de pesos. Por otra parte, el pasivo total de la CFE se incrementó en 5.3% como resultado de la revaluación del pasivo por arrendamiento y de la deuda contratada en moneda extranjera, debido a la depreciación del peso frente al dólar por 3.3% del cierre de diciembre de 2020 al cierre de marzo de 2021.