Washington, Estados Unidos, 28 de abril de 2021.- El subcomité
de comercio del Senado estadounidense dedicado al transporte, recibió a la EMMA
(Motor and Equipment Manufacturers Association), equivalente a la INA en México,
para presentar su preocupación por un cambio demasiado rápido hacia la manufactura
total de autos eléctricos.
Según la asociación, una electrificación demasiado agresiva podría
implicar la pérdida de hasta un 30% de los empleos de proveedores en
Estados Unidos, es decir, unos 168,000 empleos de los 560,000 existentes
actualmente. Además, aseguraron que, sin importar las leyes, los consumidores
seguirán utilizando vehículos convencionales por 20 años más.
Sin embargo, la administración de Joe Biden, y los
gobernadores de estados como California o Nueva York, han estado de acuerdo en
apoyar el fin de las ventas de autos con motores de combustión interna para
el año 2035. El plan de infraestructura del presidente Biden implica 174
mil millones de dólares en apoyos e incentivos para electrolineras y
vehículos eléctricos.
Y aunque no se han establecido metas oficiales en cuanto a
la electrificación de la industria automotriz estadounidense, más de 1000
proveedores del sector en aquel país han advertido que con la desaparición
de líneas de producción para transmisiones, motores y otros sistemas, las
pérdidas de empleos serán irrecuperables.
Por otro lado, algunos de los mayores proveedores Tier 1 han
apostado desde hace años por migrar sus negocios paulatinamente a nichos que
seguirán siendo demandados por la manufactura de EVs.
En México, diversos expertos y asociaciones han mostrado
ambas caras de la moneda; por una parte, la misma preocupación por una
industria que cambiará radicalmente, y por otra, la oportunidad de incursar en
nuevas áreas de negocio y volverse proveedores no solo de componentes, sino
de tecnologías.
Además, con la exponencial adopción de los vehículos
eléctricos, surge la oportunidad de innovar en áreas de servicio como el mantenimiento
y reciclaje de baterías, oportunidades de aftermarket y de redes de carga.
Solo el tiempo dirá quiénes aprovechan esta coyuntura tecnológica, y quienes
quedan enterrados por ella.
Con información de Reuters.