Quizás no lo notemos. Pero prácticamente todo a nuestro
alrededor contiene semiconductores (chips o microchips). Esas pequeñas
piezas que inician como silicón y terminan como parte fundamental del
funcionamiento de nuestra vida diaria. Ahora mismo, esos pequeños
componentes están causando una nueva tormenta en la industria automotriz
mundial, y apenas hemos comenzado a ver sus efectos.
Como si no fuera suficiente los dos meses de paros en las
armadoras del mundo durante la pandemia en 2020, y la baja demanda de
automóviles alrededor del mundo (a excepción de China, por supuesto), la falta
de suministro de semiconductores está haciendo que plantas armadoras de
vehículos alrededor del mundo tengan nuevos paros de producción o bien, ajustes
en su producción hasta que el suministro se normalice.
EL GRAN PROBLEMA DE LOS SEMICONDUCTORES
Quizás podamos creer que la fabricación de componentes tan
pequeños como los semiconductores sea algo sencillo, pero no lo es. Reuters
informó que la falta de tan solo un chip en los sistemas de frenos de un
vehículo, puede detener la producción por completo, como está sucediendo en
la planta de Ford Motor en Kentucky, donde se produce la Escape. Otros
fabricantes que han sido afectados son Daimler, Volkswagen, Subaru, Toyota, Nissan
y FCA.
La razón es que varios de los fabricantes de semiconductores más
importantes están ubicados en China, y han enfrentado desde hace tiempo
políticas de bloqueo por parte de la administración de Donald Trump, lo que
obligó, incluso que una de estas fábricas tuviera que mudarse a Taiwan para
continuar exportando semiconductores a los Estados Unidos, operación que le ha
impedido mantenerse a la altura de la demanda.
Precisamente es la alta demanda de semiconductores para
aparatos como teléfonos celulares, videojuegos, computadoras y
electrodomésticos (consecuencia de la pandemia) lo que ha provocado que las
fábricas lleguen a su tope de producción, lo que deja poco lugar a la fabricación
de chips para la industria automotriz, que bajó su demanda por varios meses
y ahora experimenta un crecimiento.
Sumado a ello, Trump también emprendió una guerra contra
Huawei, prohibiéndole comprar chips americanos, y provocando que el gigante
chino acaparara una parte enorme de la producción de las ya ahogadas plantas de
semiconductores chinas. China es, de por sí, el mercado número uno a nivel mundial en importación de semiconductores, y ahora produce prácticamente solo para su mercado interno.
¿Por qué no simplemente se construyen o amplían las
plantas de semiconductores? Fabricar microchips no es tan sencillo como parece,
una sola pieza de silicón tarda hasta 90 días en ser transformada en un semiconductor
y dichas plantas pueden costar decenas de miles de millones de dólares,
y ampliarlas puede tomar hasta un año. Lo que significa que el desabasto de
estos componentes podría continuar por varios meses, y provocar más y
más cierres de plantas automotrices o ajustes en producción.
YA ALCANZÓ A MÉXICO
Este 15 de enero, les informamos sobre el efecto que el desabasto
de semiconductores tiene en la planta de Audi México en San José Chiapa,
Puebla. En este caso se operará con un solo turno de lunes a viernes desde
el 18 al 29 de enero, y con dos turnos de miércoles a viernes del 1 al 12 de
febrero. MÁS AQUÍ.
Y aunque este caso solo represente una disminución
temporal de producción, no hay garantía de que la situación de desabasto se
resuelva a mediados de febrero. Otras plantas armadoras podrían sumarse a
este tipo de medidas en los próximos días y semanas.
Desde la aprobación del T-MEC se ha hablado de la
posibilidad de atraer fabricantes de semiconductores a México, pues este tipo
de riesgos siempre habían estado latentes. Ahora parece una mejor
oportunidad que nunca para que estas compañías se expandieran a nuestro país, o
para que empresas mexicanas entraran a este mercado con una demanda
excepcional.
También, tendremos que estar atentos a la postura de Joe
Biden como nuevo Presidente de los Estados Unidos respecto a las restricciones
que ayudaron a provocar esta nueva crisis en la cadena de suministro global.