El próximo 23 de marzo, decenas o quizás cientos de miles
de personas en México cumplirán un año entero trabajando desde casa. El home-office
pasó de ser el privilegio de algunos cuántos y el sueño de muchos, al nuevo
estilo de vida de miles de trabajadores, y para la mayoría, este proceso fue
apresurado, improvisado y en algunos casos todo un dolor de cabeza.
Sin embargo, el aparente alargue interminable de la pandemia
de COVID-19 obligó a los legisladores de nuestro país a lanzar una reforma a
la Ley Federal del Trabajo que incluyera y regulara el teletrabajo.
Pero, ¿después de más de diez meses de trabajo a
distancia, llegó demasiado tarde esta regulación? Después de todo, el
decreto aprobado a inicios de diciembre y publicado en el DOF el 11 de enero, aún
tiene un trecho importante hasta convertirse en una NOM que todos los
empleadores deban de seguir (hasta 18 meses, o junio de 2022).
ESTO IMPLICA
Lo primero que hace esta ley es definir el teletrabajo como “una
forma de organización laboral subordinada que consiste en el desempeño de actividades
remuneradas, en lugares distintos al establecimiento o establecimientos del
patrón […] utilizando primordialmente las tecnologías de la información
y comunicación, para el contacto y mando entre la persona trabajadora bajo
la modalidad de teletrabajo y el patrón”.
Después, la ley indica que los costos derivados del home
office, como servicios de internet y electricidad, deben ser pagados
proporcionalmente por el empleador, además de suministrar equipo de cómputo
y sillas ergonómicas para el trabajador, mismos equipos que deberá cuidar y
conservar el empleado. Algunas compañías ya suministraron a sus
colaboradores con este tipo de beneficios, pero la mayoría tendrá que hacer
un esfuerzo extra para lograr esto.
Otro de los problemas generados durante la pandemia, fue el exceso
de horas trabajadas a distancia por los empleados. Por lo que la ley
contempla el derecho a la desconexión, que básicamente libra a los
empleados de tener que mantenerse en comunicación con su empleador fuera de los
horarios establecidos.
También indica que en ningún caso los salarios de
teletrabajos deberán ser menores a aquellos presenciales, y se deberá
respetar siempre los datos personales e intimidad de los empleados que trabajen
a distancia.
¿DEMASIADO TARDE?
Si bien, el gobierno federal deberá publicar una nueva
entrada en la Norma Oficial Mexicana (NOM) referente a la ley del teletrabajo, esto
podría darse hasta junio de 2022, o antes, dependiendo del avance y urgencia al
respecto. Algunos creen que, para ese entonces, el home office será un
recuerdo de la pandemia, mientras que otros apuntan a que incluso en año y
medio no habremos superado la contingencia.
Lo cierto, es que el teletrabajo se quedará de una forma
u otra y ha demostrado funcionar cuando ha sido más necesario, por lo que
sería mejor que las empresas que no lo han hecho comiencen a considerar los
puntos de esta ley, sea que elijan el camino del teletrabajo de forma permanente
o mixta.
Consulta la publicación en el DOF: https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5609683&fecha=11/01/2021