De igual manera, la perspectiva negativa está presente en las industrias que están sujetas al dinamismo de la demanda agregada, por ejemplo, las manufacturas, la actividad de la industria de la construcción, o las actividades mineras.
Según el estudio publicado por la firma privada Deloitte México, el pronóstico de crecimiento al cierre del 2020 de la industria manufacturera fue de -11.6%.
Fuente: Deloitte México.
Manuel Nieblas, Socio Líder de Productos Industriales y Manufactura de Deloitte México explica que 'Los efectos de la reactivación se mostraron durante el 3T, y se han ido atenuando en el último, principalmente por que existen menores expectativas en la demanda agregada. Bajo un escenario de mayor optimismo por el inicio de la vacunación en algunas partes del mundo, es fundamental revisar exhaustivamente las estrategias de planificación y de reducción de riesgos principalmente porque el siguiente año el consumo podría incrementar progresivamente'.
Mientras que para la industria automotriz el pronóstico de crecimiento al cierre del 2020 (con información al mes de noviembre) fue de -24.5%.
Fuente: Deloitte México.
Por su parte, los sectores que han superado los niveles de producción o prestación de servicios pre-pandemia son aquellos que tuvieron un choque de demanda (como el sector de ciencias de la salud), y la industria alimentaria que tuvo que seguir produciendo, independientemente de la coyuntura económica.
'La reactivación de la actividad económica permitió una recuperación parcial en la producción de minerales utilizados en las actividades industriales (por ejemplo, la industria automotriz, la metalmecánica, o la construcción). Aun cuando los metales preciosos mantienen los buenos resultados, estos podrían comenzar a disiparse apenas existan mayores indicios de la mayor estabilidad y de mejores condiciones económicas', explica Arturo García Bello, Socio Líder de la Industria de Energía y Recursos Naturales de Deloitte México.
Aun cuando existe optimismo por la disponibilidad de las vacunas, algunos estados han regresado al semáforo epidemiológico en rojo como consecuencia de un repunte en los niveles de contagio.
Para el cierre de este año 2020, podría experimentarse de nuevo una contracción de las actividades que están más expuestas a la reducción de la interacción social (como el turismo y los servicios), así como al deterioro de las condiciones económicas, con excepción de algunos sectores como los relacionados con la salud y la industria alimentaria.