'Las empresas están viendo que no
todo es China', dijo Pablo Zavala, director de comercio exterior e impuestos
indirectos en Price Waterhouse and Coopers México, al iniciar su conferencia
enfocada en mostrar las ventajas y desventajas que tendría México en caso de
que otros países lo vieran como un aliado comercial y un remplazo fiable de
China.
Explicó
que un principio los países emigraron a China para ahorrar gastos, pues esta
tenía una mano de obra más económica, pero lo que no vislumbraron fue el
incremento de aranceles, no conocían a los proveedores de la región y la
logística se complicó con la COVID-19, sumado a los cambios que hubo a partir
de la guerra comercial con Estados Unidos, misma que continuará aún con la
salida de Trump, pues los estadounidenses quieren ser potencia comercial y
quitarle ese lugar a China.
LA COVID-19 trajo una disrupción en
la cadena de suministro, ya que las empresas no pudieron proveer en tiempo y forma,
lo que conllevo en mercancía más cara y que tardaba más en llegar. Las empresas
se dieron cuenta de que eran dependiente a China, explicó Pablo Zavala mientras
preguntaba ¿vale la pena un cambio en la cadena de suministro? Mencionó que
está mostrado que, en unos años, China
dejará de ser la mejor opción para la inversión global, pero aún falta para ese
cambio porque varias empresas están muy afiliadas a China y sus proveedores,
eso sumado a que no saben qué pasará en 3 o 5 años.
Pero
con la llegada del T-MEC, ahora, hay
empresas chinas que quieren moverse a México, ya que Estados Unidos es su mayor
cliente y México es un aliado estratégico gracias a dicho tratado y a sus
aranceles. Además, lo que en un momento fue una ventaja en el mercado ahora
no lo es, pues en 2015, China superó a
México en costo de mano de obra y en logística, es decir hoy la mano de obra en
México es más económica y su posición con Latinoamérica y Estados Unidos hacen
de este un país fuerte.
Ante
esto, las empresas deben de realinear la cadena de suministro. Hay que hacer un
análisis para saber qué tanto conviene emigrar a México, dijo Pablo Zavala
pensando en estrategias dobles en donde China se afilie a otra nación con mano
de obra más económica para potencializarse nuevamente. Pablo Zavala explicó que
si las empresas vienen a México podrían tener un ahorro del 23% sumado a mayor
eficiencia, pero complicado por la automatización que vive el país.
Se proponen 4 modelos:
Que la empresa no se mueva de China
y que distribuya desde ahí a un mercado global, pero esto significaría no estar
listo para la irrupción.
Global +1: compañías que buscan
diversificar operaciones en otra región. Por ejemplo, en México se podría
aprovechar su cercanía y alianza con Estados Unidos.
Local para local: instalarse a un
país para atender ese mercado.
Región para región: asentarse en un
país para atender a un mercado común. Por ejemplo, en México para Latinoamérica.
Para
establecer cualquiera de estos modelos, se debe de estudiar que haya factores
sólidos en la cadena de suministro del país, verificar la mano de obra y su
costo, cuál es el crecimiento en el mercado, si es más sencillo fabricar o
comprar productos para la producción, estudiar la eficiencia y la
automatización de los procesos, qué tan cerca están los proveedores y cuál es
la certidumbre ante impuestos. México
tiene una ventaja con el T-MEC pues no habrá un cambio sobre aranceles, pero en
automatización aún no es tan optimo, por lo que se debe de apostar más a la
industria 4.0.
Al
final del día se deben de evaluar las diferentes opciones en la cadena de
suministro. Las empresas ya están tomando esta decisión y México debe de
aprovechar para mostrarse como un mercado sólido para este cambio, mencionó
Juan Pablo Zavala. Para este cambio la
mano de obra debe de estar capacitada, aprovechar los acuerdos comerciales,
automatizar sus procesos, tener acceso directo al mercado y contar con
contratos con fabricantes para ahorrar costos operativos.