Por Marco Cosío
Si les gusta el cine
como a mí, ya les habrá tocado ver una película ubicada en el futuro. La ciencia ficción ha representado las
ciudades del futuro con autos voladores, rascacielos que se elevan sobre las
nubes, anuncios digitales que hacen ver a Times Square como cosa del pasado
y los habitantes parecen tener una vida 'perfecta'.
Algo que he notado en
común de estas películas es la falta de representación de un medio sustentable.
Podemos quedar fascinados por lo
avanzado que se ve la tecnología; sin embargo, vivir en una ciudad donde la
calidad de vida continúa empeorando no es a mi parecer algo que desear, ni
mucho menos futurístico.
Hay un concepto que
escuché hace poco que dice 'tecnología con sentido'. Si bien imaginarnos una
ciudad inteligente en donde podamos transitar una calle en donde todos los
semáforos estén sincronizados, nuestros autos y el transporte público sean
eléctricos y donde puedas encontrar centros de carga en tu camino diaria suena
atractivo, tenemos que enfocarnos en tecnologías que nos orienten a la
sustentabilidad ambiental. No es posible
tener una ciudad inteligente que no tenga la capacidad de ser sustentable.
Y una parte fundamental para poder conseguir esto es a través de la
infraestructura integral de una ciudad, como lo son los edificios.
Hablo de edificios,
porque no solo producen alrededor del 40% de los gases CO2 en México, y
consumen un 32% de la energía, sino también porque pasamos el 90% de nuestras
vidas en ellos; y hoy, a consecuencia del confinamiento me atrevería a decir
que mucho más que eso. ¿Y a qué me
refiero cuando se habla de un edificio inteligente? Es el poder contar con
seguridad dentro de él, ya sea para controlar incendios o asegurar el bienestar
de los habitantes. Es el poder tener un aire acondicionado que se pueda
adaptar a los cambios climáticos del exterior, que pueda producir aire limpio y
que pueda utilizar la energía de una manera eficiente.
Antes se creía que esto
era imposible, cosas de ciencia ficción, pero gracias a la digitalización, cada
día tenemos mayor dependencia de este tipo de cosas. Todos los elementos se van rodeando y acumulando para poder tener una
ciudad que es, sustentable, que cuenta con edificios inteligentes y que tiene
una sustentabilidad económica y social.
Lo bueno y lo malo del COVID
En los últimos meses,
han cambiado completamente los paradigmas que teníamos sobre el trabajo. Si
bien algunas compañías comenzaban a implementar el Home Office como parte de su
cultura laboral, se tenía que avisar previo a tomarlo; hoy en día estamos al
revés. Nos hemos dado cuenta
primeramente que, si depositamos la confianza en nuestra gente, ellos
responderán de manera positiva. Nos permite tener más libertades con
nuestros horarios y poder tener más tiempo de calidad con nuestras familias.
Eventos como el de Industrial Transformation
México también tuvieron que adaptarse a los rápidos cambios a los que nos
enfrentamos; utilizando
la tecnología, nos han podido brindar diversos eventos con cosas que antes no
habíamos explorado. Nos ha permitido conectarnos con personas de no solo
México, si no del mundo, logrando sentirnos un poco más cerca de lo que
realmente estamos.
También nos dimos cuenta
de que nuestros edificios no contaban con las medidas de seguridad necesarias
para enfrentar la pandemia. Vemos que hoteles, oficinas, restaurantes y centros
comerciales han tenido que aprender sobre la marcha, implementando nuevas
medidas de seguridad conforme obtenemos más información sobre la COVID-19. Es
aquí donde los edificios se volverán una parte fundamental para nuestro regreso
a la nueva normalidad. Es necesario
construir una confianza en la infraestructura, y lo mejor de esto es que la
tecnología ya existe. Ya se cuenta con tecnología que podrá ayudarnos a
mantener los aires limpios, y las salas seguras y a nuestra gente contenta.
Contaremos con aplicaciones móviles que te permitirán separar tu lugar y ayudar
a monitorear a las personas con las que tuviste un acercamiento.
Si bien, aún faltan
algunos años para poder tener carros voladores, y zapatos que se ajustan a la
medida de tu pie, ya nos encontramos escribiendo el futuro. Un futuro en donde las ciudades inteligentes ya no son cosa de
imaginación o un lujo para pocos, son una realidad. Una realidad
sustentable, sostenible y más importante… Una realidad inteligente.
De este y otros temas
estaremos dialogando en Industrial Transformation México, la Hannover Messe de
México y América Latina, del 28 al 30 de octubre de 2020. Regístrate sin costo
en: www.industrialtransformation.mx