Estamos ante una crisis sin comparación para la industria
automotriz, una muestra de ello es la situación laboral que los proveedores
Tier 1 y Tier 2 del sector deben enfrentar en países como los Estados
Unidos. Mientras en México ha habido algunos recortes de empleo en
varios proveedores, estos han ido en línea con la demanda y capacidad de
producción que están manteniendo las plantas respecto a la pandemia.
Con el vecino del norte, son varias las compañías que están
tratando por todos los medios posibles llenar las plazas disponibles de trabajo
en las líneas de producción. Reuters reporta el caso de varios proveedores
Tier 1 que han tenido que usar todas las plataformas disponibles de
reclutamiento y ofrecer beneficios especiales para poder atraer nuevos
empleados y cubrir la demanda que sigue incrementándose más rápido de lo
esperado.
Según la firma Boston Consulting Group, muchos proveedores
enfrentan inasistencias de 10 al 15% de sus empleados, posiblemente debido al miedo
de los trabajadores a contraer COVID-19 o la necesidad de cuidar a hijos en
edad escolar.
Los principales sindicatos como el United Auto Workers han
actuado al respecto permitiendo que empleados temporales cubran a empleados de
tiempo completo que están ausentes. Pero el problema está causando más estrés
financiero a los proveedores, quienes se ven obligados a elevar sueldos o
dar bonos a sus trabajadores para poder cubrir el exceso de demanda en
inventarios. En septiembre el sueldo promedio por hora en el sector fue de 28.21
dólares, comparado con 27.57 dólares en 2019.
Para evitar tiempos extras, los proveedores han tenido que
ser más flexibles en los turnos laborales de las plantas, al tiempo que cuidan la
seguridad y sanidad en los espacios de trabajo de frente a un posible
segundo pico de la pandemia en la temporada invernal.
Si se mantiene la idea de que la industria automotriz de los
Estados Unidos siempre va jalando a la industria mexicana, ¿qué es lo que
pueden aprender las empresas proveedoras ubicadas en México de sus similares en
el norte? Ningún país está exento de sufrir un segundo pico de la pandemia por
COVID-19, y México tendrá que demostrar que su industria puede mantenerse a
la altura del reto como sector esencial y no volver a cerrar.